Hasta que las Palabras nos SeparenMuestra

Pregunta, no supongas

En el matrimonio siempre habrá muchas necesidades no resueltas porque nos da pena hacer peticiones o tememos confrontar y preferimos estar en la zona de confort donde nada ocurre. Es por eso que cuando los hijos se van de casa, muchas parejas se miran a los ojos y no se conocen. Porque se enfocaron solo en el trabajo, la educación de los niños, el dinero y perdieron de vista sus sueños, sus necesidades, su conexión y su amor.

Hagan preguntas con frecuencia, cuando quieran algo pídanlo sin indirectas, si tienen dudas, aclárenlas y no supongan, tengan conversaciones profundas, y no olviden expresar cada día cuánto se aman.

Recuerda que en Santiago 1:5 dice que puedes pedirle sabiduría a Dios.

Guardar los labios no solo es abstenerse de hablar lo malo, es generar conversaciones sabias.

Yo no tuve esa clase de conversaciones. Solo una pequeña charla cuando estuvimos a punto de divorciarnos, en la que mi esposo me expresó cómo se sentía. Esa conversación fue de lo más valioso que ha tenido mi matrimonio. Una frase que nunca olvidaré fue: “Yo llego a la casa y tú me ignoras”.

¿Cómo se sostendría una empresa si no hubiera constantes reuniones para mejorar? Así es el matrimonio, un proyecto de vida en el que deberíamos tener agendadas cada cierto tiempo esas conversaciones que tal vez dan miedo, pero que son vitales para fortalecer la amistad y la complicidad en la relación.

Sé que hay temas que son difíciles de tocar, pero si les es posible, háganse una de estas preguntas al menos una vez al mes. Dejemos de vivir el matrimonio en “automático”, y creemos esos espacios para entender la perspectiva de nuestra pareja.

Esta semana elige al menos una pregunta, hazla en un buen momento del día y sé humilde. Crea un ambiente donde no hay juicio, pero sí disposición para mejorar.

• ¿Te sientes amado?
• ¿Te sientes respetado?
• ¿Te sientes escuchado?
• ¿Cuál es tu recuerdo favorito o más divertido que hayamos vivido?
• ¿Cuáles son las tres cosas que te enamoraron de mí?
• ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar esta semana?
• ¿Hay algo que solía hacer y que desearías que todavía hiciera?
• ¿Hay algo que necesites de mí que no te esté dando?
• ¿Hay algo que yo haga que te ofenda?
• ¿Sientes que te tengo en cuenta al tomar decisiones?
• ¿Qué cambiarías de nuestra vida íntima?
• ¿Puedo orar por algo específico que quieras?

Advertencia
Antes de que hagas estas preguntas, por favor haz todo lo posible por ser humilde. Estas son preguntas profundas para hacerle a tu cónyuge. Algunas respuestas pueden no gustarte, algunas respuestas pueden sorprenderte. Pero al final, esto podría afectar en gran medida tu matrimonio para bien.

Puedes orar antes de comenzar y pedirle al Espíritu Santo receptividad, humildad y buena voluntad para hacer cambios positivos.

Oración:

Dios, que la humildad y sabiduría adornen todo lo que hablo. Amén.

Gracias por leer este devocional. Que a partir tus palabras hagan sonreír a Jesús y a tu pareja.

Haz de la lectura de los devocionales de YouVersion un hábito diario. ¡Vamos por un gran matrimonio!

Carolina Araque, creadora de @amor.pinguino