¿Para Qué Fui Hecho?Muestra

Escrito por Samantha, 16 años, de Blaine, Minnesota, EE. UU.

El pecado y la vergüenza pueden hacernos tropezar fácilmente en nuestro camino con Jesús. Todos somos humanos y eso significa que meteremos la pata. ¡Pero Dios no nos ve así! De hecho, gracias a Jesús, todos nuestros pecados han quedado limpios. Somos hechos nuevos en Jesús. No solo perdona nuestros pecados (pasados, presentes y futuros), sino que nos libera de la esclavitud del pecado. El pecado no tiene poder sobre nosotros porque tenemos a Aquel que venció a la muerte viviendo dentro de nosotros. No es fácil, pero Jesús está ahí en cada paso del camino. Entonces, recurre a Él cuando tengas dificultades, porque Él te ayudará.

Haz que este versículo sea el fondo de pantalla de tu teléfono o ponlo en algún otro lugar de fácil acceso, como una carpeta para la escuela o en tu espejo. Cuando te encuentres cayendo en la trampa del pecado o sintiendo vergüenza por tus errores, saca este versículo y léelo. ¡Ora pidiendo la ayuda de Dios y recuerda que Él te hizo perdonado, libre y victorioso!