12 de julio

Introducción

Jeremías 31:15–22: la lectura para hoy es un poema conmovedor y hermoso, que comienza con una referencia a Raquel llorando por sus hijos. Raquel fue una de las esposas de Jacob, la madre de José y Benjamín, y la abuela del hijo de José, Efraín. El nombre de Efraín a menudo se usa para referirse a todo el Reino del Norte porque era la tribu más grande. Raquel fue enterrada cerca de Ramá, un pueblo al norte de Jerusalén, ahora conocido como Belén (véase Génesis 35:16–21). Como madre afligida, ella simboliza a una nación que ha perdido a sus hijos; pero Dios ofrece palabras de consuelo y esperanza, con la seguridad de que todos los hijos de la nación regresarán a casa.

Versículo bíblico para hoy: Jeremías 31:20

“El pueblo de Efraín es para mí un hijo amado; es el hijo que más quiero. Aun cuando lo reprendo, no dejo de acordarme de él; mi corazón se conmueve y siento por él gran compasión". Yo, el Señor, lo afirmo.

Reflexiona

¿Qué palabras de consuelo y esperanza ofrece el Señor (versículos 16–17)? ¿Qué confiesa el pueblo de Israel (versículos 18–19)? ¿Cuál es la respuesta del Señor (versículos 20–22)? ¿De qué maneras has experimentado la misericordia de Dios?

Ora

Dios de amor y misericordia, en ti pongo mi esperanza y confianza. Mantenme cerca de ti mientras busco seguir tus enseñanzas y servirte fielmente. Oro en tu santo nombre. Amén.

Lectura para mañana

Jeremías 31:23–40: el profeta Jeremías describe el nuevo pacto de Dios con su pueblo.