Nacer De Nuevo, Crecer ConstanteMuestra

Quién ha de ser exaltado

Sí, te toca trabajar para el Dueño de la obra, pero recuerda, la gloria no te pertenece, muchos tratarán de adularte y de ponerte en la cima, tal vez sin malas intenciones, tal vez sea producto de tu esfuerzo, pero que eso no te haga desenfocarte del verdadero propósito al que fuiste llamado y de quién es que merece la gloria por lo que puedas lograr en la tierra; porque de no ser por su gracia, su favor su misericordia, puedes tener por seguro que no estarías aquí ahora.

No uses jamás los beneficios del reino para tu bienestar personal o para alcanzar objetivos humanos, enfócate en que todo lo que puedas hacer y lograr en la tierra, se dirija a la eternidad, que no perece, y no acumules tesoros aquí en la tierra donde la polilla destruye todo a su paso; no llegaste a un lugar de negocios, sino a un reino que no se enfoca en el bienestar personal, sino el la salvación de un mundo que se encuentra sin esperanza.

Que todo cuanto puedas lograr te lleve a dar gloria y honra a quien honra merece, procura siempre ser un árbol que de fruto al ciento por uno, no uno estéril que solo consuma constantemente sin ser de bendición para nadie más, porque NADIE está por encima del Dueño de la obra, Dios, y Él nos dio ejemplo de trabajo, de esfuerzo, de entrega y dedicación a través de su Hijo Jesús, nuestro modelo a seguir.

No pierdas de vista la razón principal por la que Dios te llamó, además de darte salvación, lo hizo con la intención de que fueras luz y sal en una tierra a oscuras y sin sabor por causa del pecado; No deshonres al Rey que te llamó y confió en ti poniendo en tus manos un trabajo tan importante, expande el reino.