Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Bendecidos para bendecirMuestra

Bendecidos para bendecir

DÍA 4 DE 5

Los macedonios entendieron que ofrendar “es una gracia”; es decir, una bendición de Dios. Por esta razón, aunque eran muy pobres, insistieron en tener el privilegio de ser parte en la obra de Dios, 2ª Corintios 8:4. Comprendían que todo lo que tenían venía de Dios y a Dios debía volver. Cuando ofrendamos le damos a Dios lo que es de Él: “¡Todo lo que tenemos ha venido de ti, y te damos solo lo que tú primero nos diste!, 1º Crónicas 29:14 (NTV).

La expresión “de lo mucho que nos da te damos un poco” suena feo, ¿no te parece? Si todo lo que tenemos, incluyendo las fuerzas, dones, capacidades y la vida misma, vienen de Dios, ¿por qué “darle un poco”? La verdad es que la ofrenda revela nuestro amor por Dios. Jesús dijo que debíamos amar a Dios “con todo el corazón… con toda el alma… con todas las fuerzas… con toda la mente...”, Lucas 10:27. Solo el que se sacrifica totalmente al Señor demuestra cuánto le ama. Pablo dijo: “Quiero que… sobresalgan en este acto bondadoso de ofrendar… pongo a prueba qué tan genuino es su amor…”, 2ª Corintios 8:7-8 (NTV). Dios quiere bendecirnos y una de las formas es la gracia de ofrendar. ¡Cuando somos mezquinos con Dios limitamos nuestras bendiciones! Malaquías dice que le robamos a Dios, pero en realidad nos robamos a nosotros mismos. El Señor dijo: “Pónganme a prueba… y vean si no abro las ventanas del cielo para derramar sobre ustedes una lluvia de bendiciones hasta que les sobre de todo, Malaquías 3:10 (PDT). Entiéndase bien, nuestra motivación al dar no tiene que ser obtener más recursos de Dios; pero es una gran verdad que aquellos que se siembran a sí mismos, incluyendo sus recursos, son grandemente bendecidos por Él. A través de esta disciplina espiritual llamada ‘obra de gracia’ podemos crecer y ser bendecidos o empobrecernos y empequeñecernos. Es un hecho que ¡los únicos que pueden limitar las bendiciones de Dios somos nosotros!

¿Recuerdas la viuda endeudada de 2º Reyes 4? Para salir de la quiebra económica Eliseo le ordenó buscar vasijas vacías y echar en ellas el poco aceite que tenía en casa. El milagro del aceite fluyendo se acabó cuando se terminaron las vasijas. La cantidad de aceite dependía de la cantidad de vasijas y la cantidad de vasijas dependía de la mujer. ¿Quién le puso límites a la manifestación sobrenatural de Dios? ¡La viuda! El único estorbo para la bendición divina somos nosotros mismos.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Bendecidos para bendecir

El problema no son las riquezas sino cómo las usamos. Dios nos da capacidad productiva con el propósito de invertir y promover su reino.

More

Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar