Paz, un fruto del espírituMuestra

Paz-vs-Discordia

Historia Bíblica: Poner la otra mejilla - Mateo 5:38-42

Versículo temático: Romanos 12:18

Mientras buscamos la manera de cómo tener paz en nuestras vidas este mes, no podemos evitar el tema de la discordia. Se le llama discordia cuando la gente no está de acuerdo y se pelea. La iglesia del Nuevo Testamento tenía peleas, justo como tenemos discordia en las iglesias alrededor del mundo hoy en día. Sin embargo, Dios nos pide que vivamos en paz el uno con el otro. Esto es algo muy difícil de hacer. Como humanos, constantemente nos estamos metiendo en peleas y teniendo encuentros de discordia entre nosotros mismos. Tal vez es porque todos nosotros tenemos opiniones fuertes. Sabemos lo que Dios quiere de nosotros. Muy seguido juzgamos a otros, y peleamos para salirnos con la nuestra. Sin embargo, nuestra pelea debería ser en contra de la maldad y el pecado, no en contra de nuestros hermanos en Cristo.

En la historia bíblica de hoy, Jesús nos da instrucciones de cómo evitar la discordia. Jesús nos dice que si alguien te pega en una mejilla, ¡deberíamos ponerles la otra mejilla! Esto significa que no nos defendamos nosotros mismos de los que nos están pegando, pero también significa que no nos preocupamos por ofensas futuras de su parte. Esto es todo lo contrario a cómo vivimos en la actualidad, incluso en nuestras iglesias cristianas. Siempre queremos defendernos a nosotros mismos de otros, y si alguien nos pega en una mejilla, nos aseguramos de que no pase de nuevo.

Jesús nos dice que si alguien nos quiere llevar a la corte por algo, deberíamos dejar que él o ella lo hagan. Además, Pablo nos ha dado el mismo consejo que nos dio Jesús. En 1 Corintios 3, Pablo habla sobre la madurez. Cuando somos cristianos bebés, no somos maduros. En este pasaje, él dice que las disputas entre los hermanos es lo que causa que sean inmaduros.

Más adelante en el capítulo 6, Pablo dice que los cristianos necesitaban demandas públicas para resolver sus disputas, por ser inmaduros. ¡Qué penoso debió haber sido eso para todos!

¿Qué se supone que debemos hacer cuando alguien nos hace mal? ¿Qué pasa si nosotros no hemos hecho nada malo, pero alguien nos está juzgando y acusando de haber hecho algo malo frente a otras personas? Pablo nos da la respuesta que preferiríamos no escuchar en 1 Corintios 6:7-8: "En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden? Lejos de eso, son ustedes los que defraudan y cometen injusticias, ¡y conste que se trata de sus hermanos!".

Si queremos ser espiritualmente maduros, demostrando el Fruto del Espíritu en nuestras vidas, debemos vivir en paz con otros. Debemos dejar de juzgar, criticar, y dejar de pelear entre nosotros. Cuando se nos defrauden, como dijo Pablo, ¡sólo debemos ser defraudados!

No hay necesidad de defendernos a nosotros mismos. Deja que otros te hagan trampas, te difamen, y te ataquen. Cuando podamos cumplir esto, tendremos paz.

Preguntas:

1. ¿Tenemos que ser amigos de todos?

2. ¿Pueden los cristianos ir a la corte?

3. ¿Los cristianos pelean?

Aplicación a la vida:

Permítete a ti mismo ser agraviado una vez esta semana.(Probablemente pasara por sí solo). Tu tarea es hacer nada al respecto.