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Espero Porque Creo Y en La Espera CreoMuestra

Espero Porque Creo Y en La Espera Creo

DÍA 2 DE 3

"Luego Josué, hijo de Nun, envió secretamente, desde Sitín, a dos espías con la siguiente orden: «Vayan a explorar la tierra, especialmente Jericó». Cuando los espías llegaron a Jericó, se hospedaron en la casa de una prostituta llamada Rajab" (Josúe 2:1).

Veamos cómo se describe la esperanza desde el punto de vista bíblico.

Elpidos”, en griego del Nuevo Testamento significa esperanza. Pero, el término según la Biblia no es cualquier esperanza. La esperanza bíblica, es la convicción o expectativa, de que algo bueno va a pasar. Esta aparece también, en el Antiguo Testamento, la vemos en Josué capítulo 2. Allí se encuentra la historia de los espías que fueron a reconocer la tierra de Jericó; Josué envió dos espías, diciéndoles vayan y reconozcan la tierra.

Los envió allí, como esos espías de las películas, vestidos de negro, encapuchados, con las cámaras infrarrojas en la noche, con armas automáticas (la música de suspenso tan, tan, tan) entraron a una casa y se hospedaron allí. Resulta, que era la casa de una chica que se llamaba Rajab, una chica muy popular en el pueblo; para más señas, era una prostituta.

Pero, el rey de Jericó también tenía gente de inteligencia, y le fueron a avisar al rey. "Señor, llegaron unos espías y se hospedaron en la casa de Rajab”. Y ya sabes lo que pasó luego, el rey le manda a decir: “¡Entrega a los espías o enfrentarás las consecuencias!”.

Pero, la mujer tomó los dos hombres y los escondió en el ático. Luego, llegó la gente del Rey y preguntaron por los hombres que ella tenía allí. Cuando, ella abrió la puerta, reconoce a los dos oficiales de inteligencia del rey; ¿Dónde están los espías de Josué? Preguntan los hombre. Ya se fueron por el camino del río, respondió Rajab. Los funcionarios del rey se marcharon hacia el río, mientras los espías siguen escondidos en la casa de la prostituta (Josué 2:1-24).

Pero lo importante y lo interesante de esto, es que luego ella sube al techo a hablar con ellos, y les dice: Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra. Les está hablando a los espías, a estos extraños que llegaron a su casa, espías de un pueblo que está a las puertas, listo para invadir Jericó.

Yo sé que el Señor está con ustedes y que todos los habitantes de mi país están atemorizados porque saben de todas las cosas que ha hecho su Dios con ustedes.

En este punto, la pregunta que estamos obligados a hacernos es, ¿cómo es que la prostituta Rajab fue considerada recta delante de Dios? ¿Era una prostituta reformada? ¡No! Ella fue declarada justa, por su declaración de fe.

Ella, declara que cree en Dios, en el Dios de los espías, en el Dios de Josué. Ella declara a los espías que ha oído como el Señor secó el agua del Mar Rojo ante ustedes, como fueron liberados de Egipto con prodigios y milagros. Supimos también lo que hicieron con los amorreos que están al otro lado del Jordán, o sea, sabemos lo que ustedes ya hicieron con los otros pueblos de por aquí, y ya nos imaginamos lo que va a pasar con la gente de por acá. Todos los hombres de la ciudad están acobardados, porque el Dios de ustedes, ¡es el Dios de los cielos, y es el Dios de la Tierra! O sea, esta mujer, está declarando lo que ella cree, una declaración audible de quién es Dios.

Ahora pues, mira lo astuta e inteligente que es Rajab, ella dice: Ya que les abrí la casa y los escondí para que no los mataran, júrenme por el Señor que ustedes van a respetar la vida de mi papá, mi mamá, mis hermanos y a todos los que están en esta casa, cuando entren a tomar a Jericó. Y los hombres le dijeron, nuestra vida responderá por la de ustedes si no revelas nuestro propósito, o sea, sin delatarlos y nosotros nos encargamos de ti. Cuando el Señor nos entregue esta tierra, te trataremos con bondad y lealtad.

Entonces ella los hizo bajar con una cuerda por la ventana, ya que ella vivía en una casa que formaba parte de los muros que defendían la ciudad. Escóndanse por tres días en la región montañosa, hasta que sus perseguidores regresen. Finalmente, los espías le dijeron: Cuando entremos a la ciudad, ata este cordón de hilo escarlata, (símbolo de la sangre de Cristo) átalo a tu ventana, y mete en tu casa, a tus hermanos y a toda la casa de tu padre, y cualquiera que salga de las puertas de tu casa, su sangre caerá sobre él, o sea, nosotros ya no respondemos y quedaremos libre de la promesa. Pero, si hay alguien que les haga daño estando dentro de tu casa; entonces nosotros responderemos por ellos.

Y es esto lo que ellos precisamente hicieron, cuando ellos fueron a tomar y a destruir Jericó, lo que Rajab hizo, fue sacar el hilo escarlata por la ventana del muro y todo el ejército de Israel pasó. Y bueno, se decían el uno al otro: Miren el cordón escarlata en aquella casa, recuerden que están bajo nuestra protección. Y entraron y tomaron la ciudad, y RaJab y su familia, fueron preservadas.

Ahora, ¿por qué es significativo lo del cordón escarlata? ¿Por qué no fue de otro color? Tal vez sea la pregunta. En ese tiempo, el escarlata muy probablemente era obtenido al sumergirlo en sangre, o sea, muy probablemente, se sacrificó un cordero y se utilizó su sangre para teñir el cordón. Y esa sangre sobre el muro hace que los destructores pasen de largo, o sea, tiene una similitud con la Pascua egipcia cuando el Ángel destructor pasó sobre las casas de los israelitas porque vio la sangre del cordero en la puerta de las casas guardadas con el poder de Dios.

Pero hay otro detalle aún más bonito; y es que en hebreo cordón se dice tikvah. Pero, también quiere decir esperanza. Cuando los israelitas vieron el cordón escarlata, recordaron que ahí estaba la esperanza de Rajab, es decir, ella estaba segura.

Y para nosotros, es importante hoy recordar que tenemos nuestra esperanza puesta en el cordero, que vertió su sangre por ti y por mí. Esa esperanza en el cordero que quitó el pecado del mundo. Esa es nuestro tikvah o esperanza, ese cordón del cual nos podemos aferrar; como en la historia esa de que dicen: “Hey, te mandé un helicóptero con una soga y tú no quisiste agarrar la soga y te ahogaste".

La sangre de Cristo es la cuerda, el tikvah de la cual nosotros podemos aferrarnos, la esperanza segura, que nos permite descansar, porque es una esperanza bíblica, no cualquier esperanza, sino la esperanza de Dios.

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Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Espero Porque Creo Y en La Espera Creo

¿No te ha pasado que casi siempre, actuamos primero y luego esperamos que Dios respalde nuestras decisiones, y si por el camino nos va mal, entonces, ahí si buscamos a Dios, y le pedimos “¡Dios mío, por favor ayúdanos!”?...

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