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Si Oras Provocas

DÍA 2 DE 3

La respuesta de Dios a Ana: Sé persistente en la oración

La historia de Ana, registrada en el libro de 1 Samuel, nos brinda una poderosa lección sobre la importancia de la persistencia en la oración y la fidelidad de Dios al responder a las peticiones de sus hijos.

Ana anhelaba fervientemente tener un hijo, pero durante años enfrentó la aflicción de la esterilidad y el desprecio de quienes la rodeaban. A pesar de su dolor, no perdió la fe ni dejó de buscar a Dios en oración. En su angustia, derramó su corazón delante del Señor con persistencia y sinceridad, confiando en que Él escucharía su clamor. Finalmente, Dios respondió a la persistente oración de Ana, concediéndole el anhelo de su corazón al bendecirla con un hijo, Samuel, quien llegaría a ser un gran profeta en Israel.

La historia de Ana nos enseña que la persistencia en la oración es poderosa y que Dios escucha y responde a las peticiones de sus hijos. A través del ejemplo de Ana, somos desafiados a perseverar en oración, aun en medio de las pruebas y desafíos que enfrentamos. Asimismo, se nos recuerda que Dios conoce nuestros anhelos más profundos y que su respuesta siempre llega en su tiempo perfecto y conforme a su voluntad soberana.

La historia de Ana nos inspira a mantenernos firmes en nuestra búsqueda de Dios en oración, confiando en su fidelidad para responder a nuestras peticiones. Que podamos aprender de Ana sobre la importancia de persistir en oración y confiar en el amor y el poder de Dios para obrar en nuestras vidas.

Después de pensar que Ana nunca iba a tener un hijo, la Biblia dice que ella, después de perseverar en oración, recibió respuesta. Pero Ana recibió esa respuesta en el momento indicado; al momento de recibir su respuesta, decidió llamar a su hijo Samuel, que significa “pedido a Dios”, ya que esa fue siempre su petición.

Muchas veces decimos y pensamos por qué nuestra petición no ha sido respondida. Sucede que nosotros siempre pedimos y pedimos a Dios pero no permanecemos en esa petición. Ana siempre tuvo una sola petición y fue la de poder concebir un hijo. Pregúntate por qué si yo le pido a Dios no me ha respondido; pregúntate si estoy siendo perseverante en la oración.

Muchas veces le pedimos a Dios “dame un buen esposo/a”, “dame un carro”, “trae a mi familia a la iglesia”, pero no nos humillamos ante su presencia y no perseveramos en oración; solamente lo hacemos porque decimos “Él es Dios y lo sabe todo”. Pero Dios quiere que seamos como Ana, que asinceres tu corazón y perseveres en tu petición.

Oración:

Padre Celestial, al igual que Ana, anhelamos confiar en tu fidelidad y persistir en la oración, confiando en que escuchas nuestras peticiones. Ayúdanos a mantenernos firmes en la búsqueda de tu voluntad y a esperar el tiempo perfecto para responder a nuestras súplicas. Que podamos aprender de la perseverancia de Ana y buscar tu rostro con sinceridad, sabiendo que Tú eres quien da y quita bendiciones conforme a tu soberana voluntad y que pueda ver cumplida mi petición, así como Ana vio que su petición se cumplió. En el nombre de Jesús, amén.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Si Oras Provocas

Cuando Ana estaba en el templo orando se sintió abrumada al no recibir respuesta, pero en el momento que Ana oró y dejo de derramar lagrimas de amargura, Dios empezo a actuar. En este devocional encontraremos una respuesta para desarrollar una vida de oración.

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Nos gustaría agradecer a Michael Zuñiga por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/michaelzuniga625?igsh=MTZidTlzbDh2bmw0Yg==