Encuentros con el Espíritu SantoMuestra

La verdad llevada a la práctica

Nosotros, que nos enorgullecemos de nuestra fidelidad con el Espíritu Santo, hemos cometido en los últimos años un error costoso. Nuestro error, o más bien, ¿deberíamos llamarlo nuestro pecado?, ha sido descuidar su doctrina hasta el punto en el que prácticamente le hemos negado su lugar en la Deidad.

Como creyentes debemos reconocer que hemos sido negligentes ante ello; restaurando el lugar que se merece el Espíritu Santo en nuestras vidas y en nuestra comunidad. Solo de esa manera podremos experimentar plenamente el poder transformador de su presencia en nosotros.

Romanos 6:4 es un versículo fundamental en la Biblia, recordándonos la importancia del bautismo para aquellos que lo reciben. Nos revela su esencia como un acto de identificación con la muerte y resurrección de Cristo, y nos llama a vivir en la realidad de esa nueva vida espiritual que nos ha sido otorgada por la gracia de Dios.

Siempre pongamos en práctica esta verdad, entendiendo que Cristo resucitó para darnos una vida nueva, en abundancia, llena de su presencia día a día. No debemos seguir mirando atrás, sino fijar siempre nuestra mirada en Jesús, creyendo que Él tiene lo mejor para nosotros si confiamos plenamente en que sus planes son mejores que los nuestros.

Oración:

Señor, perdóname si alguna vez he descuidado la obra del Espíritu Santo en mi vida. Renuévame día a día para llenarme de tu presencia. ¡Amén!