¿Moda, religiosidad o Fe?Muestra

Vivir por fe, puestos los ojos en Jesús.

Lo que nos puede librar de vivir una vida por moda, por emoción (que en un momento está y en otro se apaga) o caer en las garras del orgullo y la religiosidad es aprender a vivir una vida de fe, la cual implica vivir con una visión eterna apuntando siempre al Autor y Consumador de nuestra fe.

Analiza lo que hoy haces y ve si te acerca más a Dios o te aleja por completo, comienza a tomar decisiones de dejar las cosas, personas o hábitos que te separan de Dios, es importante que aprendamos a vivir una vida Cristo céntrica donde todas las áreas de nuestra vida, trabajo, escuela, emociones, pensamientos, sueños, planes, etc. giren en torno a Jesús.

No solo fuimos llamados a poner los ojos en Él, sino también a ser imitadores de Él, aprendamos a no bajar la mira de lo eterno, pues Jesús nos enseñó cómo estaban puestos sus ojos en el Padre y lo obedecía.

Recuerda, si quitamos la mirada en Dios nos podemos comenzar a hundir, como le pasó a Pedro, podremos salir huyendo como todos los discípulos cuando apresaron a Jesús, pero, no nos vayamos tan lejos, como hoy en día sucede, solo se asiste a la congregación por el buen ambiente, para juzgar a todo el que se nos atraviese o solo cuando toca servir.

¡Mantengamos fija la mirada en Jesús!