Sabiduría financiera de Dave Ramsey, basada en ProverbiosMuestra

Día 7: Trabajando juntos

Soy una persona de finanzas. Mi esposa, Sharon, no lo es. Así que tal vez puedas imaginarte mi sorpresa cuando algunos años atrás descubrí que ella tenía su enfoque sobre el dinero.

Lo que más me sorprendió fue cuán frecuentemente yo estaba equivocado y ¡ella estaba en lo correcto!

Sharon es la típica gentil dama sureña. Nunca se impone para salirse con la suya, pero tiende a tener "seeentimientos" cuando es necesario tomar una decisión importante. Al principio, no le presté mucha atención a esos seeentimientos. Pero después de que mi orgullo personal dejara a mi familia en la bancarrota, aprendí a confiar en ellos.

Ahora, no tomo ninguna decisión importante sin pedirle su opinión a Sharon.

Por ejemplo, cuando mi compañía aún era nueva, no contrataba a nadie sin que hubieran cenado conmigo y Sharon, porque necesitaba conocer lo que ella opinaba y escuchar su sabiduría. Eso es algo que le he transmitido a mi equipo de liderazgo. Nuestra empresa no contrata a nadie hasta que hayan completado la entrevista con el líder del departamento y su cónyuge.

Realmente creo que Proverbios 31:10-11 es una receta para tomar decisiones financieras sabias. Si estás casado, tú y cónyuge son uno. Si sales y haces una gran compra o inviertes el dinero sin consultarlo con tu pareja, ¡sólo estás operando con la mitad de tu cerebro!

Y los resultados rara vez son una bendición. Cada vez que he tomado una decisión importante sin pedirle consejo a Sharon, me ha costado mucho dolor, y ¡mucho dinero!

Si eres soltero/a, puedes pedirle a alguien que sea tu compañero de responsabilidad. De cualquier forma, el punto es que salgas de tu propia cabeza, compartas tu plan en voz alta y permitas que otros te digan si piensan que es una mala idea.

Admito que hablar sobre dinero puede causar algunos desacuerdos, pero es normal y saludable en un matrimonio. Solo recuerda que tu cónyuge no es el enemigo. De hecho, Dios los puso en el mismo equipo para ayudarse mutuamente a ser mejores. Y quién sabe, si pueden estar de acuerdo en cuanto a la chequera, la única pelea que queda es quién tiene el control remoto.