Pero Tú, Cuando Ayunes...Muestra

¿Por qué debo ayunar?

El ayuno es una de las cosas que muchos de nosotros evitamos hacer con frecuencia, por el hecho de que amamos la comida y nuestro cuerpo nos la exige constantemente. Todos sin lugar a dudas, disfrutamos de sentarnos a comer cuando tenemos apetito; a nadie le gusta pasar hambre, y por esa razón evitamos ayunar. Otros lo vemos como una imposición, o un sacrificio, y desde ahí deja de agradarnos. Pero, hoy vamos a entender lo que significa el ayuno, y los beneficios que tenemos al hacerlo.

El ayuno es un recurso espiritual muy importante para el cristiano, así como la oración y la lectura de la Palabra de Dios.

La Escritura nos enseña que Jesús mismo recurría al ayuno y a la oración, para tener una completa dependencia de Dios. Él buscaba la comunión con su Padre. Aunque era el hijo de Dios, nos dio ejemplo de una constante comunicación con Dios, así como de dejar a un lado sus necesidades físicas, para dar prioridad a sus necesidades espirituales. De echo, antes de que Jesús iniciara su ministerio, dice la Escritura que ayunó 40 días.

En Romanos 8:5-7 dice:

"Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero, los que viven en el Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente espiritual es vida y paz".

Esta Escritura nos confirma la importancia de, no solo pensar en las cosas de la carne, sino atender también las espirituales. Pues, son las más importantes para un cristiano, ya que nos darán vida y paz.

En la Biblia encontramos que Jesús mismo citó al tentador la Palabra que dice: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4).

Entonces, no solo debemos alimentar al hombre físico, sino también cuidar a nuestro hombre espiritual, alimentándonos con la Palabra de Dios. Recuerda que nuestro alimento físico fortalece nuestro cuerpo físico, pero nuestro alimento espiritual fortalece nuestro espíritu.

Entendamos entonces lo que la Biblia nos enseña y es que, la “palabra que sale de la boca de Dios” es un alimento para nosotros.

Concluimos entonces que el ayuno es la abstinencia de alimento sólido (comida) para poder así alimentarnos del alimento espiritual (la Palabra de Dios).

Cabe mencionar algo importante; Ayuno no es lo mismo que saltarse comidas. El ayuno siempre tendrá un objetivo: dejar de comer para alimentarte así con la Palabra de Dios y tener un tiempo especial con Dios, usando recursos espirituales. Saltarse comidas es dejar de comer por hacer tus actividades cotidianas, quehaceres, asuntos personales, estudios médicos, etc. Pero sin buscar la presencia de Dios.