Proyecto Evanggelio - Testigos del Mensaje de JesucristoMuestra
Devocional: Testigos de la Transformación
"Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades"
Apocalipsis 1:18 TCB
La vida de Jesús en la tierra se inicia y culmina con dos fenómenos sumamente humanos, que muchas veces son pasados por alto. Al comienzo pasó por el proceso natural de meses "dentro" del vientre de su madre; y al final estuvo días "dentro" de la madre tierra, como un cadáver. Según una perspectiva humana, el "sábado de gloria" realmente es poco glorioso, ya que Dios (Jesús) estaba muerto. Parecía que Jesús era apenas un muerto más entre los cadáveres de Jerusalén.
Los tiempos verbales en este texto de Apocalipsis son espectaculares e intrigantes; y a simple vista o por lógica parecen estar equivocados. Lo más racional sería algo así como: "estuve vivo, pero ahora estoy muerto por los siglos de los siglos". Pero como decía nuestro estimado Juan Stam, la resurrección de Cristo invirtió los tiempos verbales y Jesucristo puede decir "estuve muerto" (tiempo pasado, una realidad superada) y "ahora vivo" (tiempo presente) "por los siglos de los siglos" (futuro sin fin). ¡Cristo es el muerto que por su muerte mató a la muerte para siempre!
La resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra esperanza y la posibilidad de nuestras transformaciones existenciales; tenemos una esperanza bien establecida en base a un hecho ya comprobado: Jesús ha resucitado. La esperanza es innegociable para nuestra fe y para que seamos transformados por Dios a ser cada vez más como Jesucristo, de gloria en gloria.
Esta reflexión apocalíptica también es una invitación a que seamos más humanos, saber que Cristo estuvo muerto nos lleva a recordar que él fue profundamente humano, y que, a pesar de su humanidad, fue resucitado y glorificado y está a la derecha del Padre; la resurrección es una afirmación de lo humano dando esperanza de transformación de nuestra realidad física. Como expresa Pablo en 1 Timoteo 2, “hay un solo mediador entre Dios y los hombres y las mujeres, Jesucristo hombre”. A la diestra de Dios hay un ser humano, en cuerpo glorificado, que intercede por nosotros.
La resurrección de Cristo transformó totalmente y eternamente el sentido de la muerte y por eso hoy somos testigos de esta transformación. Por medio de la pascua cristiana podemos pasar de la muerte a la vida en Jesucristo, y reflexionar que el acontecimiento más genial y significativo de todos los tiempos no fue una batalla increíble, ni un discurso filosófico extenso, ni algo humanamente espectacular, más bien fue una muerte... y muerte de cruz. Una muerte que nos llama a matar nuestro “yo” de pecado, y ser testigos de la transformación a través del amor de Dios, y que estas transformaciones nos permitan decir, “ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”.
Vonei Ribeiro do Santos - Brasil
Escrituras
Acerca de este Plan
Durante los próximos siete días, nos adentraremos en los relatos bíblicos que nos muestran cómo Jesús enfrentó la adversidad, la traición y el sufrimiento con gracia y amor. Seremos testigos de sus enseñanzas finales y desafiados a reflexionar sobre nuestro propio papel como portadores del mensaje de Jesucristo en el mundo de hoy.
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Nos gustaría agradecer a Proyecto Evanggelio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://proyectoevanggelio.org/