Corazón ResucitadoMuestra

Jesús es la resurrección

Un corazón herido, quebrado y maltratado, solo puede ser restaurado totalmente por Dios. Cuando Jesús se sacrificó en la cruz por todos nosotros y al tercer día resucitó (ver Lucas 24), lo hizo para que hoy podamos ser mujeres libres en Él. Por medio de Jesús es que podemos llegar al Padre para recibir sanidad y restauración en nuestras vidas. Saber esto es hermoso pero no se queda solamente ahí. Jesús no sólo vino para darnos la oportunidad de salvación. Él también llegó para sanarnos y hacernos mujeres nuevas en Él. Un corazón resucitado se trata de una decisión que debes tomar para permitir que Jesús tome todo tu pasado para restaurarlo.

En mi caso, todo esto lo supe desde mi niñez porque fui criada en el evangelio, sin embargo no fue hasta que me convertí en madre, que finalmente entendí ese sacrificio que Jesús hizo por mí y por ti. Comprendí que mi sanidad y transformación estaban a medias. Acepté que yo no era suficiente y que había asuntos dentro de mí que tenía que transformar. Con esto te afirmo que no es suficiente conocer que Jesús te ama y te salva, también debes creerlo todos los días de tu vida. No basta con verte cristiana en el exterior. Se trata de que permitas que Cristo cambie por completo tu interior. Que le permitas sanar cada herida y restaurar cada asunto que esté derrumbado en tu ser. Tienes que comenzar a fijar tu mirada únicamente en Él y tomar la decisión para que Él resucite tu corazón.

¿Qué debes hacer para iniciar la resurrección de tu corazón?

• Aceptar que necesitas a Jesús totalmente en tu corazón y tu vida, pero no lo hagas a medias. Comienza desde hoy a seguirle y servirle.
• Permítele entrar a los lugares de tu corazón que no le has mostrado a nadie. Esas “habitaciones cerradas” que no le has permitido a Dios abrir.
• Camina en obediencia a Èl siguiendo lo que dice en su Palabra.