Los términos y condiciones

Ya aprendimos un poco acerca de las promesas de Dios y de cómo Él las usa para hacernos sentir apoyados y acompañados. Sin embargo, también Dios usa sus promesas para un propósito aun mayor: PREPARARNOS PARA LA VIDA ETERNA.

Cada una de esas promesas requiere algo de nosotros, requieren esfuerzo, sacrificio, paciencia, en fin, se ocupa algo que llamamos PROCESOS. Las promesas de Dios están vivas y vigentes, se van a cumplir, eso sí, es necesario que creamos y que caminemos hacia ellas para poder alcanzarlas.

Aquí viene un ejemplo muy práctico:

Cuando Dios da los mandamientos a Moisés le dice:

Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tu vida se alargue en la tierra que yo, el Señor tu Dios, te doy.

¿Cuál es la promesa? Es que la vida se alargará en esta tierra.

¿Cuáles son los términos y condiciones? Hay que honrar a nuestros padres.

Ahora bien, ¿qué tan fácil es aprender a honrar a padre y madre? Bueno, la mayoría de nosotros requerimos madurez y haber pasado cosas en la vida, las cuales nos enseñan el valor de este mandamiento.

¿Qué quiere Dios? Que aprendamos a honrar a nuestros padres, para que luego también entendamos y podamos honrarlo a Él. Es decir, la intención, además de bendecirnos, es que nos preparemos para la vida eterna.

¿Quieres alcanzar las promesas? Entonces debes estar dispuesto a atravesar los procesos de Dios. A ninguno de nosotros nos gusta pasar procesos, ser probados y mucho menos, pasar tiempos difíciles. Muchas veces estamos dispuestos a sacrificarnos humanamente por nuestros sueños naturales, pero cuando se trata de asuntos espirituales desistimos fácilmente. Jesús nos enseña el orden en que se dan los procesos y las promesas, cuando nos dice que vamos a tener aflicción en el mundo, es decir procesos, pruebas, pero nos da luego la esperanza, "pero confíen que yo he vencido al mundo".

Es necesario que entendamos que mediante los procesos, nos acercamos a la voluntad de Dios. Si bien es cierto Dios nos ama y nos acepta tal y como somos, cuando llegamos a Él necesitamos ser mejorados para poder vivir de forma que le agrade. Es ahí donde comienzan los procesos porque hay cosas que soltar, que cambiar, que entender, que perdonar... En los procesos somos moldeados y pasados por fuego muchas veces. Necesitamos tener paciencia y entender que para alcanzar las promesas de Dios, debemos de aceptar los procesos y esas condiciones especiales que debemos de cumplir antes de poder lograrlo.

Dios tiene grandes planes para ti, ¿estás dispuesto a permitir que se cumplan? Descubre un poco más acerca de los procesos en el siguiente día de este plan.