¡No me des la espalda!

En este episodio, conocemos a un hombre leproso. Acude a Jesús porque sabe que Jesús puede curarle.

Y allí donde todos retroceden temerosos ante este leproso, Jesús se acerca un paso más.

No es sorprendente que la gente tenga miedo. La lepra es enormemente contagiosa. Es una enfermedad que tiene muchas consecuencias. Ya no perteneces a nadie. Ya no puedes participar en la vida. Estás literalmente excluido de la sociedad.

Así pues, al leproso no le sorprende la actitud de los que le rodean. Quizá también lo espera un poco de Jesús, pues súplica: ¡Señor, no me des la espalda!

Los transeúntes se quedan estupefactos cuando ven lo que Jesús hace a continuación. No sólo se acerca al hombre, sino que incluso le toca. Señor, ¿qué haces ahora? ¡No puede ser!

En Marcos leemos que Jesús "se compadece interiormente" de este hombre. La palabra utilizada en griego es 'splagchnizomai'. Cuando Jesús ve el sufrimiento de este hombre, le conmueve tan profundamente que algo se desgarra, por así decirlo, en su interior.

Dice: "Lo quiero, queda limpio". E inmediatamente se produce la restauración y la curación. El hombre recibe entonces dos órdenes: Primero, ve al sacerdote y que vea si realmente estás limpio. Y segundo, no se lo digas a nadie.

Qué incómoda es esa última tarea. Por fin ha habido alguien que no te ha dado la espalda, sino que se ha acercado a ti. Te acaban de tocar por primera vez en años. Y aún más: vuelves a estar sano. Puedes volver a casa. Puedes empezar a vivir de nuevo.

Claro que quieres compartirlo. No puedes guardarlo para ti mismo. El hombre sigue su camino y cuenta lo que le ha ocurrido a quien quiera oírlo.

¿Necesitas que Jesús se acerque a ti? Él quiere hacer precisamente eso. Quiere acercarse. Quiere restaurarte allí donde lo necesitas.

Quizá temas que Jesús se aleje de ti. Quizá no te sientas lo suficientemente digno. ¿Y si Él te conociera de verdad? ¡Te conoce! Te conoce profudamente. Conoce tu "lepra", aunque los demás no lo sepan.

Y como con el hombre leproso, Jesús siente compasión por ti y quiere acercarse a ti.

¿Te dejarás tocar?

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Quieres acercarte más a Jesús?
• ¿Puede Jesús acercarse a ti?
• ¿Dónde necesitas un milagro en tu vida?
• Como el hombre leproso, ¿no puedes mantener la boca cerrada sobre lo que Jesús ha hecho por ti?

Ora: "Gracias Señor por querer acercarte, por no apartarte de nosotros. Señor, necesito un milagro en esta situación... [concreta]. ¿Me tocarás y traerás restauración? En el nombre de Jesús, Amén".

Este plan de lectura ha sido creado por Alongsiders Europa y Jesus.net siguiendo la serie "Los Elegidos". Nuestro objetivo es ayudarte a empezar con la serie.

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