ABC De la vida CristianaMuestra

La conversión es un proceso que comienza con el llamado de Dios.

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).

Su llamado es para un cambio, un giro de 180º. El pecado nos separa de Dios y no solamente nos priva de su presencia, sino que nos pone bajo su ira (Efesios 2:3). Dios en su amor nos llama a abrir la puerta, esto implica mover nuestra voluntad hacia Él y recibirlo como nuestro Señor y Salvador.

El sacrificio de Cristo en la cruz nos hace salvos y su sangre derramada nos limpia de todos nuestros pecados.

La conversión implica cambiar el rumbo de nuestra vida, dejar atrás nuestra vieja manera de vivir para nunca más volver.

Cuando aceptamos a Cristo por la fe en nuestro corazón se produce el milagro más extraordinario: “Nacer de nuevo” (S. Juan 3:7-8). Dios nos da en Cristo una vida espiritual, ahora somos hijos de Dios, Él nos guía y nos da vida eterna.