Jesús Es El Profeta, Sacerdote Y Rey DefinitivoMuestra

Jesús fue rechazado como Rey.

«¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!», gritaron ellos. «¿He de crucificar a su Rey?», les dijo Pilato. Los principales sacerdotes respondieron: «No tenemos más rey que César» (Juan 19:15, NBLA).

En los días de Jesús, el pueblo de Israel estaba bajo la opresión romana. Anhelaban la libertad política y la independencia. Entonces, cuando Jesús ganó popularidad, la gente esperaba que fuera el Mesías prometido y restaurara el trono de David, expulsara a los romanos y trajera paz y prosperidad. Por ejemplo, cuando alimentó a cinco mil personas con sólo cinco panes y dos peces, la gente planeaba llevarlo y hacerlo su rey (Juan 6:15). Parecía el candidato perfecto para el trono. Pero Jesús se apartó. Como dijo más tarde, Su reino no era de este mundo (Juan 18:36). Su objetivo no era establecer un reino político, sino uno espiritual. Quería que las personas se rindieran a Dios y lo aceptaran como su Señor y Rey, al mismo tiempo que vivían en un reino terrenal o un imperio, a menudo bajo regímenes opresivos. Eso fue una gran decepción para muchas personas. Se alejaron de Jesús e incluso se volvieron en su contra. Incitados por los líderes religiosos, exigieron su muerte.

¿Aceptas a Jesús como tu Rey?