Vamos a hablar de la violencia y la pazMuestra

Escrito por Graham, 18 años, de Monroe, GA, EE. UU.

Una idea que suelen olvidar muchos alumnos de secundaria es amar a tus enemigos y orar por los que te hacen daño. Eso se debe a que es complicado amar a tus enemigos y a las personas que te hacen daño. Pero, si nos fijamos en las palabras de Jesús, sabemos que es lo que estamos llamados a hacer como cristianos. El amor muestra nuestro verdadero carácter en Cristo, muestra los frutos de nuestra fe y, en última instancia, nos da la oportunidad de llegar a los demás de una forma única. En Su propia vida, Jesús se enfrentó a la disyuntiva de amar a Sus enemigos o ridiculizarlos y herirlos. Jesús decidió amarlos de todos modos. Incluso a Judas, ¡alguien que lo vendió y al final renegó de Él! La Biblia nos dice que Jesús actúo como siervo y lavó los pies a todos los discípulos. ¿Sabes quién era un discípulo? ¡Judas! Jesús se sentó a los pies del mismo que lo traicionó, y aún así lo sirvió. Este acto se consideraba algo que haría el sirviente más bajo de una casa, pero fue el propio Jesús quien lo hizo aquí. Así pues, Jesús nos dio el ejemplo de cómo servir a los demás y amar a tus enemigos.

Así que sigamos su ejemplo. Elijamos todos orar por nuestros enemigos, servir a los que nos han hecho daño y amar a las personas con las que nos encontramos.