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Amigo De PecadoresMuestra

Amigo De Pecadores

DÍA 2 DE 3

"Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora" (Lc.7:39).

Seguimos con nuestra historia...Esta mujer pecadora cayó de rodillas, tomó los pies polvorientos de Jesús y comenzó a lavarlos con sus lágrimas. A esto, los fariseos deben haber dicho: “Oh no, ¿cómo puede Jesús permitirle a esta mujer que le toque? Es contrario a la ley tener contacto con alguien impuro. No debería siquiera dejar que toque sus vestiduras. Pero aquí está Jesús permitiendo que una prostituta agarre sus pies".

En este punto, la mujer de dudosa reputación, hizo algo realmente sorprendente; ella se desató el cabello. Ninguna mujer judía decente hubiese hecho semejante cosa, y menos en público. ¡Algo sin duda para esta cultura inaceptable, por no decir, bochornoso!

Pero esta mujer repudiada, y hasta odiada, hizo algo que pocas personas, por no decir ninguna, en su momento hizo por Jesús. Usar su cabello para secarle los pies. Luego, abrió el perfume de alabastro y derramó el perfume sobre los pies de Jesús...."No sé, a estas alturas pienso, que el costoso perfume que derramos está pecadora a los pies de Jesús, lo compró con el fruto de su trabajo"...

No te parece esto realmente admirable, máxime cuando aún Jesús no había manifestado a plenitud Su gloria.Pero, lo más maravilloso es que Jesús conociendo realmente quien era ella, no rechazo su ofrenda de amor y humillación.

Por su parte, los fariseos deben haberse indignado y pensado: “¡Qué vergonzoso!”. “¡Esto es erotismo!". ¡Este Jesús no puede ser un profeta! ¡Si realmente fuera enviado de Dios, hubiese sabido que esta mujer es maligna y hubiera detenido esta muestra de carnalidad inmediatamente! Es más, la Escritura menciona que estos eran los pensamientos del mismo Simón. Pero Jesús leyó los pensamientos de estos hombres y dijo: “Simón, una cosa tengo que decirte...” (7:40).

Quiero hacer una pausa aquí para considerar las palabras de Jesús a Simón. El hecho es que luego de haber leído esta historia muchas veces creo que Dios tambien tiene algo que decirnos a ti y a mí tambien querido amig@.

¿Por qué no ponernos por un instante en esa mesa, junto a Simón y sus amigos? Y examinemos nuestra actitud hacia el tipo de personas que vemos a diario como aquella mujer que lavó los pies a Jesús. Porque al final te vas a dar cuenta que en esta historia hay dos tipos de personas, intenciones, y corazones: El espíritu del que señala, condena, juzga. Y el espíritu perdonador y restaurador de Cristo.

Verás, los fariseos exhibieron un espíritu de juicio y santurrón que juzgaba a esta mujer y aún al mismo Jesús. Pero Jesús manifestó el espíritu de perdón y restauración al mencionarle a Simón que tenía algo que decirle.

Debo confesar que mientras me incluía en esta escena, mi primer pensamiento fue: “De seguro que yo tengo el espíritu de Jesús. Soy amigo de pecadores. He pasado años ministrando adictos, pecadores, y a personas privadas de la libertad. No hay fariseísmo en mí "pensé". Es más, la mayoría de nosotros puede llegar a pensar: “Yo no soy de ese tipo de creyentes". "No juzgo a los demás. "No señalo, no critico, no cuestiono".

Pero, es justamente todo lo contrario, es el espíritu de fariseísmo morando en nuestro interior quien nos lleva a pensar: “Yo no soy como los otros. Soy más justo, más santo”. Cuando descubrí esto, inmediatamente me arrepenti, porque esto es muy sutil, y ahí la importancia de pensar en lo que estamos pensando.

Porque en algún momento la mayoría de nosotros hemos permitido que la envidia, el celo, o el enojo influencien nuestro concepto acerca de los demás. Para mí, la mejor definición de un fariseo es “uno que mira los pecados de los demás justificando los suyos propios”. "Yo no soy como ese, o esa".

¿Qué tal tú?

¿Cómo estas al respecto?

(Lucas 7:41-42).

¡Medita en esto!

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Acerca de este Plan

Amigo De Pecadores

"Amigo de pecadores", relata cómo Jesús superó obstáculos étnicos, culturales, religiosos, filosóficos y políticos para llevar las buenas nuevas del Reino de los Cielos a marginados y pecadores. Esto subraya que la grandeza verdadera reside en el amor y la compasión hacia otros, no en la apariencia de santidad o en el cumplimiento riguroso de normas religiosas.

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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/