Ejemplo de feMuestra

En nuestro día a día siempre hay momentos en los que nuestra mente, la sociedad o personas cercanas a nosotros nos harán dudar de la voluntad de Dios o de obedecer a Dios. Puede ser que la gente no lo haga con la intención de hacernos flaquear, pero tal vez un simple comentario, una actitud o una falta de interés puede llevarnos a dudar del mandato de Dios.

Tal vez alguna situación no está marchando como nosotros esperábamos y comenzamos a creer que Dios nos ha abandonado o dudamos de lo que Él no ha dicho.

Cuando Josué junto con los otros 11 espías regresaron a dar el informe sobre la tierra prometida, diez de ellos dudaron del poder de Dios, dudaron de su promesa y esto porque las circunstancias eran diferentes a sus expectativas. Cuando descubrieron que en la tierra prometida había ciudades fortificadas, pueblos grandes y numerosos se olvidaron de la promesa de Dios e ignoraron lo maravillosa que era la tierra.

Hay momentos en los que olvidamos la promesa del Señor, como el hecho de que Él está con nosotros hasta el fin del mundo o que Él va con nosotros a donde sea que vayamos. Él nos infunde aliento y fortaleza. Solo que cuando las cosas se tornan diferente a lo que queremos dudamos de Él e incluso desobedecemos.

Josué y Caleb fueron los únicos espías que creyeron en la promesa del Señor, confiaron en su poder y al final conquistaron la tierra prometida.

Tal vez, todo a nuestro alrededor nos dice que no debemos creer en Dios, que no debemos obedecerle e incluso ignorarlo y caminar conforme a nuestra voluntad o esfuerzo.

Solo piénsalo, el pueblo de Israel se aferró a su propio entendimiento y debido a su incredulidad murieron en el desierto. Josué creyó en Dios, decidió obedecerle y al dar esos pasos de fe conquistó la tierra prometida.