El Mesías para:

Ricos y pobres

Jesús está ahí tanto para los ricos como para los pobres. Si lees los Evangelios, parece que Él vino más por los pobres. En el video, conoces a Abby. Su familia es pobre y apenas tienen algo. Jesús lo sabe y, además de Su amor y sabiduría, le hace un regalo. Ella recibe una pequeña riqueza de Jesús.

En el videoclip, Jesús le escribe: "No he venido sólo para los ricos". A menudo, en los países donde la pobreza es un problema, vemos que la gente suele ser más feliz y, a pesar de no tener nada, confía en Jesús.

En Mateo 19, lees que al joven rico le resulta difícil seguir a Jesús y hacer lo que Jesús le pide.

Como iglesia en la ciudad de Groningen, Holanda, practicamos deporte todas las semanas con niños y jóvenes en dos barrios (son comunidades deportivas). El equipo de voluntarios creció, lo que nos permitió trasladarnos a un barrio más. Había dos opciones: un barrio algo más pobre y un barrio mucho más rico, con muchas personas con dos ingresos y muchas casas con dos automóviles en la entrada. Empezamos a explorarlo en oración. Mientras que siempre habíamos sentido mucha compasión por la gente de los márgenes de la sociedad, ahora, por primera vez, experimentamos compasión por la gente del barrio más rico y fue como si Dios dijera: "Aquí es donde tienen que estar. Hay tanta cerrazón entre esta gente, que cada uno va a lo suyo. Pero yo también he venido por ellos'. Así pues, seas pobre o rico, el Mesías está ahí para ti.

Jóvenes y mayores

Lo mismo ocurre con los jóvenes y los ancianos. Jesús vino para ambos. A veces lo olvidamos como adultos. ¿Damos suficiente espacio a los jóvenes tal y como hemos leído ayer? ¿Puede Jesús hablarnos a través de un joven "Samuel"? Tan hermoso es leer: "No impidamos que los niños se acerquen a Jesús", porque como hemos visto, a Jesús le encanta pasar tiempo con ellos. Escucha sus historias y sus preguntas, y al compartir Su historia con ellos, les dice lo que significa formar parte de Su Reino.

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• ¿Qué es para ti la riqueza? ¿Conocer a Jesús o poseer mucho dinero?
• ¿Qué lugar ocupan los niños/jóvenes en tu vida? ¿En tu entorno? ¿En la iglesia de la que formas parte? ¿Crees que se les da suficiente espacio?

Ora: "Señor, gracias porque puedo conocerte. Que todas las riquezas del mundo son desproporcionadas al amor que tú me tienes. Ayúdame a vivir de ese amor y a estar ahí, como tú, para ricos y pobres y para jóvenes y ancianos. Amén".