Justicia Por GraciaMuestra

¿Cómo puedes recibir la justicia de Dios?

En todas las religiones que existen en este mundo, de alguna manera debes “hacer” todo tipo de cosas para un dios.

Ora seis veces al día.

No comas ciertas cosas.

Da dinero.

No puedes hacer esto, no puedes hacer aquello.

Debes actuar y hacer todo tipo de cosas para ser "suficientemente bueno".

Millones de personas en todo el mundo lo han intentado, pero nadie puede estar a la altura. Lo mismo ocurre con los cristianos que quieren ganarse la justicia adheriendose a todo tipo de reglas y normas o esforzándose por realizar ciertas obras.

Si piensas: ‘Hoy no he leído la Biblia, ahora Dios tampoco puede bendecirme’.

O: ‘Tengo que ayunar esta semana, de lo contrario nunca haré lo que quiero para poder recibir de Dios’, o algo por el estilo, entonces es ahi donde estás tratando de justificarte.

Sencillamente,p cometes errores y nunca podrás ser perfecto.

No puedes hacer nada, realmente absolutamente nada para llegar a la justicia de Dios basándote en tu propia bondad y logros. O por tu propio tipo de justicia. ¡Nada!

Así que deja de querer hacerlo tú mismo.

El Evangelio, las “Buenas Nuevas” de Dios de acuerdo a su Hijo Jesús, es que ahora la “justicia de Dios” está disponible para cada persona, ¡y eso no por las propias obras, sino por la gracia mediante la fe! Ahora puedes ser justificado con el tipo de justicia de Dios con el que ahora puedes venir a Su presencia sin culpa, vergüenza o condenación.

Para recibir la justicia de Dios, todo lo que tienes que hacer es creer que Jesús la estableció mediante Su muerte en la cruz. Por el derramamiento de Su sangre y por Su resurrección de entre los muertos.

Luego recibes por gracia – favor inmerecido – la justicia de Dios que te hace capaz de estar en Su presencia para siempre.

No hay “otra manera” por la cual tú y yo podamos ser justificados ante Dios.

Pablo escribe en la Carta a los filipenses que considera basura todo lo que ha aprendido y hecho en sus propias obras.

Porque este fariseísmo le “impide” llegar a la justicia de Dios.

Pablo sabía muy bien que lo que él mismo pasó en su vida tratando de lograr con sus propias obras y guardando la ley, sólo lo alejaba de la gracia y la justificación que es por la fe. No intentemos hacer lo mismo.