Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Despidiendo al no nacido (Aborto Provocado)Muestra

Despidiendo al no nacido (Aborto Provocado)

DÍA 2 DE 4

Descubriendo consuelo en el camino del dolor

El duelo es una respuesta a una pérdida significativa. En este caso, aunque haya sido tu decisión abortar, es una pérdida. El vínculo entre una madre y su hijo comienza en el momento de la concepción, cuando el óvulo fertilizado se une al esperma. A medida que el embrión se desarrolla y se implanta en el útero, se establece una conexión física y biológica entre tú y tu bebé. Este vínculo no solo tiene dimensiones biológicas, sino también emocionales, y es una parte fundamental del embarazo.

Es por eso que es necesario vivir el duelo; este proceso es único y por eso necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para poder atravesarlo. Pasaron 12 años para que yo pudiera ser consciente del daño tan grande que me provocó esta decisión. Busqué apoyo terapéutico y en este proceso pude aprender que el duelo incluye algunas etapas, que intentaré explicar:

  • Negación: Es la primera etapa, donde la realidad de la pérdida puede resultar difícil de aceptar.
  • Enojo: Pueden sentirse enojadas con la situación, consigo mismas, con otras personas o incluso con Dios.
  • Negociación: En esta etapa, algunas personas tratan de "hacer tratos mentales" para revertir la pérdida. Esto puede incluir pensamientos como "si tan solo hubiera hecho algo diferente".
  • Depresión: La tristeza es profunda y la pérdida puede llevar a la depresión; pueden aparecer síntomas como la apatía, falta de energía y dificultad para realizar actividades cotidianas.
  • Aceptación: A medida que el tiempo avanza y se procesan las emociones (ten esto presente), algunas personas llegan a una etapa de aceptación. No significa que olviden la pérdida, pero logran hacerla parte en sus vidas de una manera que les permite seguir adelante.

El duelo no sigue un patrón y puede haber retrocesos en cualquier etapa.

Quiero que aprendamos de la mujer samaritana; esta mujer experimentó un dolor profundo y una gran tristeza al perder a su hijo. Su duelo se refleja en su respuesta a Eliseo cuando se le acerca después de la muerte de su hijo. Al postrarse a los pies de Eliseo, ella le dijo: "—Señor mío —reclamó la mujer—, ¿acaso yo le pedí a usted un hijo? ¿No le rogué que no me diera falsas esperanzas?" (2 Reyes 4:28 NVI). Esta declaración revela su angustia y desconcierto, expresando una mezcla de dolor, decepción y posiblemente incluso cierta frustración o interrogante ante Dios.

Independientemente de cuál sea la pregunta, la respuesta es Jesús y es ahí a donde debemos ir. Como te contaba, fueron 12 años ignorando el dolor del aborto, pero que seguía en mi corazón y que necesitaba ser sanado. El tiempo no cura las heridas; Dios sí, por eso se hace necesario ir a la fuente y sanar.

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9 RVR 1960).

¡No transites esto sola! Sé que la vergüenza y la culpa pueden calar el alma, pero Dios quiere restaurarnos. La pregunta del día es: ¿En qué etapa del duelo crees que estás?

Nota: Esta pregunta puede ser confusa. Por mucho tiempo, yo decía que a mí "no me dolió haber abortado", pero en realidad me encontraba en la etapa de negación porque nunca viví mi proceso de duelo. El propósito de este plan es que, con la ayuda de Dios, puedas identificar, sanar y vivir tu proceso.

Oración: "Amado Jesús, en este día te pido la luz de tu Espíritu Santo para que me reveles con claridad la etapa del duelo en la que me encuentro. Concédeme sabiduría para reconocer las emociones que tal vez he mantenido ocultas. En tu amor y gracia, guíame con amor. En el nombre de Jesús. Amén".

Recordatorio: "Dichosos los que lloran, porque serán consolados" (Mateo 5:4 NVI). Sé que transitar el camino del duelo no es fácil, pero la paradoja de esta bienaventuranza no está reservada para aquellos que evitan el dolor, sino para aquellos que, a pesar de sufrir, mantienen una disposición de corazón que les permite recibir consuelo. Jesús ofrece la seguridad de que, en nuestra aflicción, no estamos solas; Él está contigo.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Despidiendo al no nacido (Aborto Provocado)

¿Has experimentado el dolor del aborto? Es hora de sanar y abrazar la vida que Dios tiene preparada para ti. Únete a este plan diseñado con amor y compasión. Cada día te sumerge en una exploración profunda de la fe, el perdón y la restauración. Permite que la gracia de Dios te conduzca hacia un futuro lleno de esperanza. Este es tu espacio para sanar y encontrar la paz.

More

Nos gustaría agradecer a Kelly Vanessa Vanegas Pérez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instanteindeleble.com/