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"Sherri Coale usa parábola bíblica para impulsar a un equipo de baloncesto universitario en la adversidad"

Cuando Sherri Coale se encargó del programa de baloncesto femenino de la Universidad de Oklahoma, había hecho el salto inusual del nivel de escuela secundaria directamente a la posición de entrenadora principal de la primera división de la NCAA. Después de dos temporadas perdiendo, ella convirtió a las Sooners en perennes ganadoras con 19 temporadas ganadoras consecutivas y 18 apariciones consecutivas en el Torneo NCAA hasta 2017.

Durante la campaña 2012-13, Coale enfrentó algunas de las mayores adversidades de su célebre carrera. Al inicio de la temporada, la escolta del último año, Whitney Hand, sufrió un desgarre del LCA que la sacó de la temporada, durante una victoria en casa contra North Texas. Para cuando Oklahoma comenzó a prepararse para el Torneo Big 12, ya cuatro Sooners estaban lesionadas y solo había disponibles ocho jugadoras sanas.

De alguna manera, Coale pudo llevar a su equipo a un récord de 21-9 en la temporada regular. Mientras las Sooners se preparaban para su viaje a Dallas, Texas, ella reunió a las jugadoras en una sala de cine y le entregó una semillita de mostaza a cada una. Después, Coale leyó las palabras de Jesús en uno de los conocidos pasajes del Nuevo Testamento.

"Él puso otra parábola ante ellos, diciendo, ʻEl reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramasʼ" (Mateo 13:31-32).

Ese mensaje motivacional fue lo que el grupo necesitaba oír cuando se dirigían a la postemporada. 

"Es un grupo muy espiritual". Le dijo Coale más tarde a NewsOK. "Ellas estudian las escrituras todo el tiempo, así que supe que ellas sabrían inmediatamente las implicaciones. Una cosa es leer acerca de eso en la Biblia, y una cosa oír a tu predicador hablar de eso, y otra cosa completamente ver lo pequeña que es esa cosa. Como entrenadores, siempre tratamos de hacer que las cosas sean reales. Cuando la gente siente, pueden pasar cosas increíbles".

Después de perder las semifinales, del Torneo Big 12, Oklahoma recibió una invitación al Torneo de la NCAA donde llegaron al Sweet Sixteen y finalmente terminaron la temporada con un récord 24-11. Aunque terceros estarían sorprendidos de ver al equipo tener éxito a pesar de tantos obstáculos, las jugadoras de Coale creyeron en ellas mismas cuando todas las esperanzas parecían perdidas.

"Solo se necesita un poco de fe", dijo Jasmine Hartman, estudiante del último año, antes del juego por la final ante Tennessee. "Si todas las personas tuvieran un poquito de fe, podríamos avanzar un millón de millas".