Tatuajes Que Marcan Tu VidaMuestra

«El tatuaje del divorcio»

Cuando estaba en segundo grado, vivía en Zacatecas, México, y tenía un amigo que se llamaba Fabio. Era un chico bien agradable, y jugábamos juntos. Una mañana de verano me desperté temprano y decidí visitar a Fabio. Cuando llegué a su casa, lo encontré llorando como loco y me asusté. No sabía qué hacer, esperé a su lado y cuando paró de llorar, me dijo: «Mi papá no regresará, se llevó todas sus cosas y nos dejó. Tiene otra hija que está en primer grado, tiene otra mujer y se va con ellos». Yo no podía creer lo que estaba pasando. Fabio quedó tatuado a los siete años. 

Fue una experiencia que nunca olvidaré, me acuerdo que ese día lo único que hizo mi amigo fue llorar. Hace más de 14 años que no sé nada de Fabio. Mi oración, es que algún día conozca a Jesús como su Salvador para que borre su tatuaje.

Tenemos una generación sin padres. Es algo muy doloroso y trae altas consecuencias que se tienen que tratar. Posiblemente ya fuiste tatuado por esto. Conozco muchos casos de adolescentes que viven en familias divorciadas y veo las consecuencias en sus vidas. 

El tatuaje del rencor, odio, amargura es muy difícil de quitar, pero no imposible. La Biblia enseña que, «Aunque mi padre y madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá», Salmo 27:10.

El plan de Dios para la familia no es que se separen. La Palabra enseña que Él hizo a nuestros padres una sola carne. Cuando Jesús no gobierna en el hogar, es la carne, los deseos propios, el egoísmo, la vanagloria, lo que gobierna y hace que la unidad se rompa, la familia se desintegre. Por lo general, cuando hay un divorcio o una separación, se genera rencor u odio contra la persona que abandonó. En consecuencia, el corazón se endurece y no permite que uno sea el mismo. Hay miles de corazones endurecidos que no permiten que Dios haga su obra en ellos. Esto produce raíces de amargura que constantemente están con nosotros.

Conocí a un joven a quien muchas veces escuché decir: «Odio al señor que dice ser mi padre, no sé por qué abandonó a mis hermanos y a mi mamá». Otros dicen, «Es mejor nunca verlo o haberlo conocido. No siento nada por él, solo odio». Estas palabras son peligrosas, ya que cada vez que confesamos y expresamos el odio por los que os hirieron, la raíz crece más. Este tatuaje trae serias consecuencias, necesitan que el Experto en remover tatuajes intervenga.