“GETSEMANÍ: AUN EN EL DOLOR, SU PLAN ES MEJOR”.

“El Cordero que el Señor nos entregó

Fue molido a causa de nuestra maldad

Aun sabiendo el sufrimiento que tendría que enfrentar,

Obediente se humilló hasta el final”.

“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo” (Mateo 26:36, 38 RVR1960).

En los momentos más oscuros de la vida de Jesús, encontramos un retrato conmovedor en Getsemaní. Aquí, Él enfrenta la realidad inminente de Su sacrificio, llevando consigo el peso de la angustia y el sufrimiento que iba a pasar. El dolor de Su alma es palpable mientras ora a Dios:

“Él se adelantó un poco más y se inclinó rostro en tierra mientras oraba: «¡Padre mío! Si es posible, que pase de mí esta copa de sufrimiento. Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía” (Mateo 26:39 NTV).

A pesar de Su gran aflicción, Jesús declara, "Hágase Tu voluntad". Su ejemplo nos llama a rendirnos ante la soberanía de Dios, incluso cuando enfrentamos dificultades. A veces, nuestra paz proviene de confiar en que Él tiene un propósito más grande.

Cuando sientas que es difícil mantenerse firme haciendo la voluntad de Dios, recuerda lo que pasó Jesús en Getsemaní, y recuerda que allí Dios pensó en ti y en mí, pues siempre los planes del Padre son mejores que los nuestros.

“Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos” (Isaías 55:9 NTV).

Algo que siempre nos llena al escribir nuestras canciones es poder expresar el increíble amor de Dios. En “Getsemaní”, encontramos un lindo recordatorio de amor, ya que, aun en medio del terrible dolor y angustia de Jesús, Él entendió que el plan de Dios era mejor, ya que ese plan nos incluía a cada uno de nosotros.

Para cerrar este segundo día de devocional, te invitamos a reflexionar en este texto:

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28 RVR1960).

No importa la situación que estés atravesando; angustia, tristeza y dolor, Dios tiene un mejor plan para ti. Mantente firme en oración y obediencia al Señor.