[El yo desinteresado] Dale a Dios tu «cuenta conmigo siempre»Muestra
Dios puede usarte... ahora
Nuestra meditación de hoy se encuentra en el inspirador capítulo 15 de Romanos. La vida de Pablo se desarrolla aquí, desde sus primeros días hasta el apogeo de su misión. Es un viaje intrigante que comienza con su profundo amor por el Señor y culmina en una vida dedicada a la obra misionera.
Encontramos a Pablo haciendo tres preguntas centrales a Dios, preguntas que muchos de nosotros a menudo hacemos: ¿Qué se supone que debo hacer? ¿A dónde se supone que debo ir? ¿Cuándo es el momento adecuado? Esencialmente, estas preguntas son el «qué», el «dónde» y el «cuándo» de nuestra existencia. Con frecuencia, Dios se encuentra con estas preguntas, que surgen de nuestra búsqueda constante de propósito, ubicación y tiempo.
El versículo 20 nos dice el enfoque de Pablo, el «qué». Dice: «Mi objetivo es predicar el evangelio, las buenas nuevas donde Cristo no ha sido nombrado, para que no edifique sobre el fundamento de otro» (CSB). Aquí, Pablo establece su misión principal: llevar la luz de Cristo a lugares no iluminados, para asegurarse de que su trabajo no se haga eco simplemente del trabajo de otros.
A pesar de su afecto por los habitantes de Roma, el compromiso de Pablo con este objetivo le impide visitar dicha ciudad. Sus palabras desde Corinto llevan el anhelo de estar entre los romanos, pero enfatizan su compromiso de difundir el evangelio en territorios inexplorados.
Esto nos lleva a nuestro punto principal: el propósito y el plan de Dios establecen la agenda para nuestras vidas. El propósito de Pablo, su ambición, es nombrar a Cristo donde no ha sido nombrado. Es la fuerza impulsora detrás de sus acciones. Del mismo modo, el objetivo de nuestra vida no tiene que ver con el escenario en el que estamos, sino con el propósito que cumplimos allí. Esa etapa es un mero medio para expresar y compartir nuestro objetivo.
A veces malinterpretamos nuestra vocación como nuestro propósito. Nuestra profesión simplemente proporciona la plataforma para ejecutar nuestra misión. Pablo deja claro que su ambición es compartir la bondad de Cristo con el mundo. Este propósito se aplica a todos nosotros, independientemente de nuestra ocupación. Ya sea que seas médico, abogado, plomero o panadero, Dios te ha concedido una plataforma para demostrar y compartir su amor.
Del mismo modo, nuestro objetivo es reconocer y utilizar nuestra plataforma única para compartir las buenas nuevas de Jesucristo. Este es nuestro verdadero propósito. El viaje de Pablo, como se relata en Romanos 15, es un ejemplo brillante de vivir una vida que se adhiere fielmente al plan y propósito de Dios. Que nos inspiremos en esto, haciéndonos las preguntas esenciales —qué, dónde y cuándo— mientras navegamos por el camino trazado por Dios. Al final de este plan devocional, espero que veas que Dios te tiene justo donde se supone que debes estar.
Escrituras
Acerca de este Plan
El pastor Gregg Matte llama a los creyentes a vivir vidas misioneras en obediencia a Dios. Independientemente de lo que Él nos llame a hacer, a dónde nos llame a ir o cuándo Él nos llame a hacerlo, ¡ser obediente a la dirección de Dios da como resultado una vida enfocada en el impacto eterno!
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org/