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“EXTRAÑOS EN INTERNET”

A menudo nos sentimos como que estamos errando porque le damos a la opinión de otros el voto para gobernar cómo vivimos. Si de alguna manera conseguimos que a la gente le "guste" nuestros resaltados en internet, entonces podemos engañarnos a nosotros mismos al creer que les gusta toda nuestra vida. 

Si podemos hacer que nuestros amigos y extraños en internet amen dónde vacacionamos, entonces sentimos que somos alguien especial por 24 horas hasta que algún otro de nuestros amigos publica un mejor punto para vacacionar. Inevitablemente, continuamos dándole la vara de medida del éxito a otros, algunos de las cuales no conocemos y con quienes nunca hablaremos. La única manera de dejar de interesarnos por lo que otros piensan de nosotros es darle la vara de medida a Dios. 

Creo que Jesús nos dio una manera perfecta de medir nuestras vidas. Lo hizo al describir el Reino de Dios usando una parábola en Mateo 25. 

En esta parábola, Jesús comparó al Reino de Dios con un señor que le dio a sus sirvientes "conforme a su capacidad". Por esto es tan buena noticia para ti y para mí: significa que nunca tendremos que comparar lo que hemos recibido con lo que otro tiene. Lo que sea que te haya sido dado es exactamente lo que Dios piensa que puede confiarte en este punto de tu vida. 

Puede que quieras un/a esposo/a. ¿Cómo tratas a tu familia, amigos y las relaciones actuales que Dios ya te ha dado? Puede que quieras más dinero. ¿Cómo estás administrando lo que ya tienes? 

Podríamos fácilmente medir nuestro éxito o fracaso por nuestra educación o falta de la misma, cuenta bancaria, título laboral, situación sentimental o seguidores en las redes sociales, pero Dios no está midiendo tu vida con ninguno de esos estándares. Lo hace de acuerdo a lo que ve que te puede ser confiado. 

Aceptar esta verdad te libera de ser ofendido por quienes no piensan que eres o estás haciendo lo suficiente. No creas la mentira de que serás lo suficientemente bueno cuando tengas un título superior, seis cifras en el banco, CEO en tu tarjeta de presentación, felizmente casado o con un promedio de 100 "me gusta" por publicación. Los extraños en internet no pueden elegir si eres un éxito o un fracaso. Dios sí.