Bajo El Gobierno De DiosMuestra
¿Quién te gobierna?
Uno de los asuntos más controversiales en nuestro país, o en cualquier otro lugar donde el tipo de gobierno es la democracia, son las elecciones. Unos anhelan gobernar y otros les ayudan a alcanzarlo. Pero el proceso es, en muchas ocasiones, complicado y engorroso. La gran pregunta es, ¿Quién gobernará? ¿Quién tomará las riendas del país? ¿Será para bien o para mal? Unos ganarán y otros perderán, el problema es que a veces perdemos todos.
No voy a hablar de política. Traigo el tema porque más importante que interesarnos por quién va a gobernar nuestro país, debe ser quién gobierna en nuestras vidas. ¿A quién le hemos dado el gobierno de nuestro corazón? Supongo que todo el que ha creído en Jesús como su Salvador, la respuesta inmediata será que Dios gobierna en su vida.
Si esa es tu respuesta, ¡qué bueno! Pero si no tan solo es tu respuesta sino tu realidad, entonces, ¡Gloria a Dios! Cuando somos gobernados por Dios, el hacer su voluntad es nuestro más grande deseo. Nos interesa conocerle y agradarle. Inclinamos a Él nuestra alma en adoración y con temor reverente, le decimos: “Sí, Señor.”
Lo lamentable, es que no todos los que dicen que Jesús es su Rey, viven de acuerdo con sus palabras. Al pueblo de Israel le pasó, y de una forma tan irrefutable, que Dios dijo acerca de ellos, “Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado.”Is. 29:13
No sé ustedes amados, pero yo escucho a Dios hablar así y pienso en cómo debe sentirse cuando hay tanta gente que le llama Señor, y viven vidas que totalmente contradicen lo que, a veces, con tanto alarde confiesan con sus bocas.
Cuando Dios gobierna nuestras vidas, podemos decir como Jesús: “No se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lc. 22:42) No es fácil, Jesús dijo estas palabras al Padre en medio de un intenso dolor y de gran angustia. Su muerte en la cruz, a pesar de su deseo de que Dios pasara aquella copa de Él, evidenció que no estaba orando de los labios hacia afuera como a veces solemos hacer nosotros. Su sujeción evidenciaba su gran amor y respeto por el gobierno de su Padre que le envió.
Ejemplo de ello es la oración que enseñó a sus discípulos y por ende a todos los que somos sus hijos, “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo así también en la tierra.”(Mt. 6:9-10)
Si Dios gobierna en tu vida, tienes el mejor gobierno, uno que trasciende tu actual realidad y que se extiende hasta la eternidad.
Acerca de este Plan
La voluntad de Dios es buena y todos sus hijos debemos vivir queriendo hacer su voluntad. Pero ¿cómo conocemos la voluntad de Dios, de qué manera sabemos qué Dios quiere que hagamos? Y, más importante aún, una vez conocemos su voluntad, ¿podemos cumplirla? En este plan iremos a la Palabra de Dios para que ella nos dé claridad acerca del gobierno de Dios en nuestras vidas.
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/GrettchenStage