Como nuestro PadreMuestra
Dios es coherente
Algo inherente del carácter del Padre, es que Él nunca cambia. Él sigue siendo el mismo, ayer, hoy y siempre. Para nosotros como humanos, esto nos es difícil de entender, ya que nosotros siempre cambiamos. A veces, por no decir la mayor parte del tiempo, cambiamos de idea. Cambiamos de peinado, de estilo, de preferencia, empleos, incluso amistades. Es más, la santificación es cambio; nos despojamos del pecado y nos vestimos de justicia. Sin embargo, Dios no cambia ni falla.
El mismo Dios que creó los cielos y la tierra, que sacó a Daniel del foso de los leones, que rescató a su pueblo de la esclavitud en Egipto, que le dio gracia a David, es el mismo Dios que nos rescató del pecado en la cruz. Es el mismo Dios que escucha nuestro grito de ayuda, que nos escucha las veces que sea necesario. El único que está con nosotros cuando sentimos que vamos por el valle de la sombra, cuando vemos que no hay salida. Ese es el Dios en quien confiamos. Esto puede ser difícil de imaginar para nuestras mentes finitas, sin embargo, nuestro Dios que es eterno no cambia, siempre ha existido y siempre existirá.
Dios siempre cumple sus promesas cuando nosotros no tenemos nada para ofrecer. Él siempre está con los brazos abiertos, como ese Padre amoroso que a pesar de que le fallemos, nos sigue amando de la misma manera que lo hizo cuando estuvimos en el vientre de nuestra madre, porque fuimos sus escogidos. «Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él» (Efesios 1:4).
Así que, para que entiendas y aprendas de la coherencia de Dios, medita en estos pasos y pídele ayuda a tu Padre para poner en orden tu hogar.
● Pon coherencia en el uso del tiempo: Tener un horario para todos es bueno.
● Coherencia en nuestras reacciones: Con nuestros hijos nuestras reacciones son importantes. Responde de una manera que refleje que se les valora y aprecia.
● Coherencia en las reglas y las consecuencias: Es importante hacerle saber a nuestros hijos que toda acción trae una consecuencia, ya sea positiva o negativa. Por ende, es importante cumplir las reglas para evitar«el castigo».
Y, por último, pero no menos importante, pon ritmos que tus hijos puedan poner en práctica en el hogar para que se acerquen a Dios.
Oración:
Amado Padre, gracias por tu amor y tu gracia constante hacia mí. Guíame cada día para que mis hijos te vean a través de mis acciones coherentes. ¡Amén!
Este contenido ha sido extraído del libro «Como nuestro Padre» de Christina Fox, publicado por Editorial Unilit. Para más información visita: https://www.editorialunilit.com/a-la-manera-de-nuestro-padre
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan ayudará a los padres a entender cómo su posición de hijos adoptivos de Dios les ayuda a criar a sus propios hijos. Todo padre tiene preguntas; por eso es más importante saber quién es Dios, quiénes somos nosotros y cómo, esta relación con el Padre Celestial, le da forma a la crianza de nuestros hijos.
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Nos gustaría agradecer a Editorial Unilit |Spanish House Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialunilit.com/