¿Quién Es Jesús?Muestra
¿Cercano o distante?
Una segunda pregunta que debemos hacernos acerca de Jesús es, si realmente es un amigo o un enemigo; es decir, si Él es cercano como un amigo, o distante como un enemigo.
Querido/a amigo/a si lees la Biblia sin los lentes de la gracia que nos aporta el Nuevo Testamento, podrás caer en la tentación de ver a Dios como un rey un tanto tirano, o cruel que nos quiere castigar a todos, a como de lugar si no hacemos lo que Él nos pide. Lo que hace que algunas personas, tal vez sin querer terminen viendo a Dios como un dios de las religiones griegas del pasado; es decir como al dios Zeus del Olimpo, mezquino, distante, celoso, de mal genio, amargado e inestable.
Tú ya sabes, puede resultar realmente difícil juzgar cómo es alguien simplemente por su apariencia externa. Cuando conoces a alguien, siempre es un proceso de cálculo el percibir realmente cómo es esa persona y luego pones a prueba tus suposiciones a medida que vas conociendo a esa persona. Lo mismo puede pasar con Jesús. A lo mejor te acercarás a Él con preconceptos, ideas, prejuicios, etc.
A lo mejor pensarás: ¿Me amará por lo que soy? ¿Si querrás hablar contigo? ¿O se sentirá decepcionado de mí por los errores que he cometido?
Y Jesús te responde con la historia que nos dejó registrada en Lucas 19:1–9. Jesús está pasando por el pueblo de Jericó cuando ve a un hombre llamado Zaqueo subido a un árbol. Zaqueo era recaudador de impuestos, una posición que el pueblo judío despreciaba porque los recaudadores de impuestos trabajaban para el odiado Imperio Romano. Zaqueo también era rico, y está claro que había recibido gran parte de sus riquezas estafando a sus conciudadanos con su dinero. Entonces, Zaqueo fue odiado en muchos niveles.
Pero Jesús pasó por alto lo que la población general pensaba de este hombre y se acercó a él. “Zaqueo”, dijo, “desciende inmediatamente. Es necesario que hoy me quede en tu casa”. En esa cultura, comer en la casa de alguien era una señal de honor, lo que llevaba a la gente a exclamar: “Ha ido a hospedarse con un pecador” (versículo 7). A menudo se acusó a Jesús de manera negativa de ser amigo de los pecadores (ver Lucas 5:30), pero era un título que parecía abrazar.
Jesús dijo: “No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos” (Marcos 2:17). Fueron los “pecadores” a quienes buscó mientras estuvo en la tierra: las personas que reconocieron que lo necesitaban. Era amigo de personas que no conseguían amistad. Él fue alguien que extendió la mano y tocó a aquellos a quienes otros no estaban dispuestos a tocar. . . y sus vidas cambiaron para siempre.
Querido/a amigo/a, Jesús hace lo mismo hoy. Y esta es una buena noticia para nosotros, porque, como afirma Pablo: “Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Cada uno de nosotros, “como ovejas, nos descarriamos” (Isaías 53:6 ). Todos somos pecadores y necesitamos un amigo como Jesús, y Él todavía está en la tarea de sanar a los enfermos. Y lo más maravilloso es saber que Él te recibe como eres y a pesar de lo que eres; pero, no te dejará igual, Él hará una obra preciosa en ti.
Al final descubrirás que Él quiere ser tu amigo, no tu enemigo.
Ahora, la pregunta es: Si no conoces a Jesús, ¿qué te impide conocerlo?
¿Cuáles son algunas de las cosas que te han impedido conocer mejor a Jesús? ¿Cómo podrías eliminar esas barreras para encontrarte con Jesús?
Acerca de este Plan
¿Alguna vez te has cuestionado por qué los nombres de Buda, Mahoma o Confucio no generan incomodidad como lo hace el de Jesús en algunos lugares? Creo que una razón es que estos líderes religiosos no afirmaron ser Dios, a diferencia de Jesús. ¿Por qué Jesús hizo esta afirmación? Descubramos juntos las razones detrás de la declaración de Jesús como Dios.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/