La Noche Oscura del AlmaMuestra

JESÚS

"Quiero conocer a Cristo y el poder de su resurrección y la comunión de participar en sus sufrimientos, llegar a ser como él en su muerte, y así, de alguna manera, alcanzar la resurrección de entre los muertos" (Filipenses 3:10-11).

Nuestro Señor Jesucristo entró en nuestra humanidad, convirtiéndose en uno de nosotros para poder encontrarse con nuestro mundo pecaminoso. Aunque Él era Dios, se permitió sentir verdadero dolor y oscuridad. En ninguna parte es esto más claro que en el relato de la última noche de Jesús en la tierra antes de su crucifixión. Él estaba en Getsemaní, derramando Su corazón angustiado al Padre, mientras Sus discípulos dormitaban cerca.

"Comenzó a estar triste y turbado. Entonces les dijo: "Mi alma está abrumada por el dolor hasta el punto de la muerte. Quédense aquí y velen conmigo" (Mateo 26:37-38).

Si lees el relato de Jesús tentado por Satanás en el desierto durante 40 días, otra de las batallas de Jesús con las tinieblas, Lucas 4:13 dice: "Cuando el diablo acabó todo esto de tentar, lo dejó hasta el momento oportuno". En esta noche oscura y agonizante, mientras Jesús se enfrentaba a la cruz y a todo el pecado de la humanidad, este era el "tiempo oportuno" de Satanás. Escuchen a nuestro querido y misericordioso Señor...

"'Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya'. Un ángel del cielo se le apareció y lo fortaleció. Y estando angustiado, oraba con más fervor, y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra" (Lucas 22:42-44).

Jesús tuvo una Noche Oscura del Alma, así que ¿por qué no deberíamos hacerlo nosotros? Como seguidores de Cristo, nuestra meta es ser como Él, y si eso es así, Él tendrá que llevarnos a donde Él ha estado. "El que dice vivir en Él, debe andar como lo hizo Jesús" (1 Juan 2:6). Sin embargo, POR CUANTO entró en la carne de hombre, puede ayudarnos:

"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino que tenemos uno que ha sido tentado en todo, según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, al trono de la gracia con confianza, para que recibamos misericordia y hallemos gracia que nos ayude en nuestro tiempo de necesidad" (Hebreos 4:15-16).

También recibimos más aliento de la Palabra de Dios:

"Ninguna tentación se ha apoderado de ti, excepto la que es común al hombre. Y Dios es fiel; Él no permitirá que seas tentado más allá de lo que puedas soportar. Pero cuando seas tentado, Él también te dará una salida para que puedas resistirla" (1 Corintios 10:13).

Hermanos y hermanas:

En medio de la Oscuridad, si confías en Dios y te adentras en Él, encontrarás:

Una unión más estrecha con Dios.

Una nueva perspectiva e identidad.

Bendiciones tangibles.

Gracia y Poder.

Una cercanía especial con Cristo al dejar que Su Luz se lleve la oscuridad.

Señor, bendice a los lectores de este devocional, especialmente a cualquiera que se encuentre en una Noche Oscura del Alma. Señor, asegúrales que estás con ellos en medio de la oscuridad y que no lo habrías permitido si no tuvieras algo especial al otro lado de ella. Por favor, hazles saber que, si se sintieron alentados por este devocional, es por tu palabra directa a ellos. Los aprecias. Y sabes dónde están ahora mismo. A ti te importa. Tú eres la luz, y Tú eres el restaurador de nuestras almas. Te entregamos nuestras vidas, y andamos en los caminos de tus santos y en la senda de nuestro Salvador. En tu nombre, Jesús, te lo ruego. Amén