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Una mujer como tú

DÍA 3 DE 3

La sunamita: Cuando la vida nos sorprende

En la vida nos vamos a encontrar con momentos que nos van a sacudir el piso en gran medida.

Resulta que el esposo de la sunamita se llevaba a su hijo a trabajar con él al campo todos los días. De pronto, ocurrió lo inesperado y lo que rompió todo razonamiento. Al hijo le da un fuerte dolor de cabeza. El padre pidió que lo llevaran hasta donde estaba su madre, la sunamita, y en sus brazos muere. Sí, en esos mismos brazos en los que Eliseo profetizó que recibiría de manera sobrenatural a un bebé. Ahora la promesa está muerta.

Según la lógica: ¿Qué se suponía que hiciera esta mujer al ver que su hijo había muerto? Posiblemente organizarlo todo para su sepultura. Sin embargo, ella ya no funciona por la lógica. Ya había tenido la experiencia de los milagros y portentos que Dios es capaz de hacer.

Así que dejó a su hijo acostado. Cerró la puerta y se fue a buscar a Eliseo. Sí, al hombre que sabía que Dios usaba de forma sobrenatural. «El Dios que obró de forma tan milagrosa antes, lo puede volver a hacer».

La sunamita no le dijo a nadie que su hijo había muerto. Ni siquiera se lo informó a su esposo. Le ruega a su marido que le envíe unos criados y una de las asnas para trasportarse. En particular, me llama la atención la forma en que la sunamita contestó unas preguntas que le hicieron en medio de este proceso de duelo y dolor. Veamos lo que dice la Palabra:

Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. Él dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo. Y ella respondió: Paz. Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere (2 Reyes 4:22-24).

Una mujer en un nivel tan profundo de desesperación y de aflicción, ¿está hablando de paz? Esa es la paz que describe la Biblia como la que «sobrepasa todo entendimiento» (Filipenses 4:7). Las circunstancias difíciles no son para que sintamos paz. Sin embargo, lo cierto es que nos embarga una tranquilidad inexplicable. Si tenemos fe, podemos lograr tener paz en medio de cualquier tempestad.

La fe te hace ver y sentir que lo imposible se puede hacer posible, y que el respaldo de Dios estará presente.

Eliseo llega a la casa de la sunamita. El niño está sobre la cama. El profeta se lanza encima del cuerpo y el niño comienza a calentarse. Aun no vuelve a la vida, pero inicia la manifestación de la esperanza. Hay milagros que ocurren en un instante. Otros se dan en un proceso. Mientras espera, Eliseo camina por la casa. Está a la expectativa. Tenía la convicción de que resurgiría la vida. Si en estos momentos te encuentras en un proceso de espera hacia tu milagro, haz como Eliseo, no te paralices, sigue caminando y creyendo.

Eliseo se acuesta por segunda vez sobre el niño poniendo su boca sobre su boca, sus ojos sobre los ojos del niño y sus manos sobre las manos suyas. De esa manera se tendió sobre él y el cuerpo del niño entró en calor. En esta segunda ocasión el niño estornudó siete veces y abrió los ojos. El que estaba muerto volvió a la vida. ¡No hay imposibles para Dios!

Oración

Dios Omnipotente:

Tú me conoces bien. Conoces lo que sucede en los pasillos más recónditos de mi interior. Examina si necesito desarrollar mi confianza en ti. La vida en estos tiempos se torna compleja y reconozco que en ocasiones mi fe se puede tambalear, sintiendo miedo y ansiedad. Hoy vengo a ti, abriéndote mi corazón por mi anhelo de crecer en fe. Anhelo que mi esperanza en ti sea inquebrantable. Por favor, ayúdame a que mi fe sea fuerte y déjame ver sus frutos para tu gloria.

En el nombre de Jesús, amén.

Día 2

Acerca de este Plan

Una mujer como tú

En «Una mujer como tú» conocerás a tres mujeres de la Biblia que, al igual que nosotras, enfrentaron desafíos, experiencias difíciles y emociones intensas. A través de estas reflexiones podrás enamorarte del Señor y recibir el aliento para alcanzar los maravillosos propósitos que Él tiene para ti. Además, te identificarás con cada una de estas mujeres mucho más de lo que imaginas, pues no son diferentes a ti.

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