Respuestas inesperadasMuestra

De pronto las respuestas de Dios nos parecen equivocadas según nuestra lógica, ya que en los momentos que le pedimos algo pareciera que nos quita, ¿te ha pasado? Uno ora a Dios pidiendo por mejores ingresos económicos y llegan más gastos, tal vez pedimos por salud y pareciera que más nos enfermamos.

Algo así le paso a Gedeón, Dios lo llama a pelear contra los madianitas, pero de manera repetida le quita hombres de su ejército hasta que quedaron 300. Dios le dice a Gedeón: “Tienes demasiados guerreros contigo. Si dejo que todos ustedes peleen contra los madianitas, los israelitas se jactarán ante mí de que se salvaron con su propia fuerza”.

Muchas veces sucede lo mismo con nosotros. Dios tiene que quitarnos aquellas cosas que nos dan seguridad para que al momento de la victoria no creamos que ganamos por nuestra propia fuerza, sino por Él y no gracias a nosotros.

Reflexiona unos minutos, tal vez Dios te ha quitado ciertas cosas que te dan seguridad para que no te jactes de tu propia fuerza, sino que reconozcas Su poder y gloria, pero sobre todo para que estés seguro de que la única forma de obtener la victoria es por el poder de Dios y no por nuestra propia fuerzas.