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El Cristiano Y La Política ¿Es Posible Una Transformación?Muestra

El Cristiano Y La Política ¿Es Posible Una Transformación?

DÍA 3 DE 7

Conociendo el campo misionero.

Uno de los más importantes sociólogos, el alemán Max Weber, afirmó que el Estado ejerce legal y legítimamente el monopolio del uso de la fuerza con respaldo de la ley.

Esto significa que el Estado es la institución socio-jurídica más relevante del tejido social en el que vivimos. Dicta leyes. Ejerce justicia. Administra poder y gobierno. Toda esta realidad está incluida en el sistema político. ¿Semejante responsabilidad debería ser desamparada, ignorada y mirada con indiferencia por los cristianos? ¿No deberíamos los hijos de Dios, en función de nuestra doble ciudadanía, hacernos responsables de ser mayordomos de nuestro Señor ante tal desafío? Como cristianos tenemos tanto responsabilidades celestiales como terrenales, y el sistema político no está fuera de esta realidad (1 Pedro 2.15-17).

El Estado, en función del sistema democrático, en definitiva, es administrado por todo ciudadano o grupo social que decida hacerlo y sea instituido. Al mismo tiempo, al ser la sal del mundo, la Iglesia, que es la manifestación del reino de Dios, debe inmiscuirse e impregnarse en toda la masa, para cumplir su misión. Cada santo de la Iglesia ha recibido un llamado para cumplir el propósito de Dios. Y algunos han sido llamados a servir en el gobierno. Aunque somos un cuerpo en Cristo, esa vocación la desarrollaremos a título personal, y no a nombre de la Iglesia.

Nuestra congregación. Un Consejo de pastores local. O una Alianza de Iglesias son organizaciones. El cuerpo de Cristo es un organismo vivo espiritual. Las mujeres y los hombres llamados por Dios a servir en el sistema político y en la vida pública, son miembros del organismo vivo, el cuerpo, pero no deben ejercer su función pública a nombre de, ni por fuerza de ninguna organización religiosa. Es importante tener esto en cuenta.

En tiempos de Jesús, la sal era no sólo un condimento, sino más bien un conservante. Evitaba que las cosas se descompusieran y se pudrieran. Y fue justamente esa figura la que utilizó el Señor para hacernos entender nuestra misión en la tierra. Para que todo no se convierta en un pudridero, la Iglesia debe estar presente y manifestar la vida de Cristo. Así mismo, Cristo nos encomendó a ser luz. Y la luz, como un faro, indica rumbo. Y fundamentalmente disipa las tinieblas. Donde haya luz de Cristo, cualquiera sea el ámbito, la oscuridad deberá retroceder (Mateo 5:13).

Es la fe en el propósito que Cristo tiene, y la obediencia a la voluntad del Padre lo que nos guía a prepararnos como corresponde para el desafío. Conquistar reinos, transformar naciones, impregnar la vida de Dios en la comunidad, no es imposible, es inevitable (Hebreos 11:33).

Una renovada teología y eclesiología basadas en la centralidad de Cristo, nos guiarán a ser un cuerpo que más que “ir a la iglesia (al templo)”, nos transformará en la “iglesia que va” a todos lados. A cada individuo, a cada familia, a cada nación, y a cada esfera de la vida social, llevando la Verdad y la Justicia, y transformando la cultura, el orden y la forma del reino de Dios para el individuo, la familia, la comunidad y las instituciones sociales. Pidamos a Dios en Su nombre, y veremos su gloria reflejada como nunca antes en nuestros países (Salmos 2:8-12 – Juan 16:22-24).

El gobierno justo es una idea de Dios y, por fe, veremos su transformación.

ORACIÓN: Amado Padre celestial, nos ofrecemos en sacrificio vivo, santo y agradable para que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Oramos por tus hijos e hijas a quienes has llamado para llevar tu vida al proceso político, a las áreas de gobierno y de gestión pública. Que puedan ser misioneros llenos de tu Espíritu Santo, que renunciando a todo lo demás, sólo busquen agradarte y seguir tu guía y dirección. Los cubrimos en permanente oración y amor para que en tu mano sean instrumentos de justicia. En tu santo y poderoso nombre Cristo. Amén.

Día 2Día 4

Acerca de este Plan

El Cristiano Y La Política ¿Es Posible Una Transformación?

En esta segunda temporada, indagaremos acerca del propósito de Dios y las áreas de gobierno y el proceso político. Hablaremos del hambre y la sed de justicia. Entenderemos al gobierno como un campo misionero. ¿Cómo debe prepararse un misionero para la obra del ministerio? Y, ¿cuál es el criterio de Cristo? ¡Llenos de fe avanzaremos en obediencia a Su voluntad!

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Nos gustaría agradecer a Gastón Bruno por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.efop.com.ar/web/