Deléitate En Dios Y Su PalabraMuestra

“Aférrate a la Palabra de Dios”

Mantuve estas rutinas por un tiempo: devocionales diarios, estudio bíblico, diario de oración y memorización de las Escrituras; entonces, una crisis, un evento que vino a mi vida interrumpió mi disciplina. Caí en la trampa del “pensamiento del todo o nada”. Creí la mentira de, “Nancy, si no puedes funcionar a la perfección, entonces, ¡déjalo!” Dios amablemente me guió fuera de esa trampa, me mostró como aferrarme fuertemente a su Palabra, en tanto, Él transformó mi vida totalmente, proveyó la seguridad que estaba buscando.  

Atesorar su Palabra en mi corazón, me hizo tomar posesión de la verdad, que vino a ser mi espada que cortó las mentiras en las que creí, que me engañaron y me separaron temporalmente de lo que Dios tenía para mí. Esta verdad, produjo riqueza de sabiduría que está disponible a mi mente, mientras ministro a quienes están en necesidad y en mi tiempo de intimidad con Dios, que experimento personalmente en una relación profunda  con Cristo, ¡la Palabra se hizo carne! La Palabra ahora está permanentemente en su casa, que es mi corazón.

Estoy agradecida que leas este devocional. Ahora mi oración es que te inspire, cambie y equipe, para aferrarte a la Palabra de Dios.  Quiero animarte, que mientras lo lees, resaltes cualquier cosa que hable directamente a tu vida, y sobre todo que comiences tu propia jornada, para anidar la Palabra de Dios en tu corazón. 

Puedes trabajar este principio solo, con tu mentor, o con un grupo pequeño que también desee tener esta experiencia de transformación, al memorizar la Escritura. Comparte lo que aprendes aquí, con tu familia, amigos, colegas en el trabajo. Me gustaría mucho, saber cómo la memorización de la Palabra de Dios transforma tu vida, puedes escribir a la página web que se proporciona en la sección de editor, así podemos compartir tus avances y animarte a seguir adelante.

Mi jornada, para pasar de vivir en derrotada a deleitarme en las cosas de Dios, comenzó cuando el Señor me mostró, que el arma que necesitaba en mi búsqueda de una vida victoriosa, era memorizar la Palabra de Dios.  En tanto lograba afianzarme en la Palabra de Dios, desarrollé la capacidad de salir de la montaña rusa de mi “pensamiento del todo o nada.” El proceso de cambio de mente es largo, pero determinante como hijos de Dios. Dejar la mentalidad antigua, y comenzar a pensar a la manera de Dios. Abandonar los pensamientos, que un tiempo atrás eran anhelados, por los que son opuestos, que se alinean con la mente de Cristo.