¿Por Qué Ir a La Iglesia?Muestra

La iglesia es un lugar para orar unos por otros.

“Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Oren también por mí…” (Efesios 6:18-19 NBLA).

Tanto las oraciones privadas personales como las oraciones públicas son una parte importante de la vida cristiana. Después de la resurrección de Jesús y su ascensión al cielo, los discípulos "estaban unánimes, entregados de continuo a la oración" (Hechos 1:14, NBLA). Más adelante, en el libro de Hechos, repetidamente leemos acerca de la práctica de la iglesia primitiva de orar juntos. A veces, oraban por necesidades especiales de miembros particulares de la iglesia. En Hechos 12:5, NBLA, por ejemplo, cuando Pedro estaba en prisión, "la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él". En varias ocasiones, el Apóstol Pablo pide a las personas que oren por él y por su trabajo misionero.

También insta a las iglesias locales a orar siempre por todos los creyentes de Dios. Si vamos a orar los unos por los otros, necesitamos saber acerca de las necesidades de los demás. Es bueno compartir nuestras peticiones de oración cuando estamos pasando por tiempos difíciles o cuando estamos organizando un evento evangelístico, por ejemplo. Es reconfortante saber que los creyentes están orando por nosotros, ya sea como grupo o en sus oraciones personales. Cuando Dios ha respondido a nuestras peticiones, es alentador compartir estas noticias y agradecer juntos a Dios. Esta es una forma de llevar las cargas unos de otros, como se nos llama a hacer en Gálatas 6:2.

¿Oras por los demás?