Combatiendo la ansiedadMuestra

“Lograr ser espiritualmente fuerte”

La dimensión espiritual es esencial en mi vida, y actúa como el fundamento de todo lo que hago. No defino mi espiritualidad en términos religiosos, sino por cómo trato a los demás y vivo mi vida. Para mí, la fortaleza espiritual significa vivir los valores que considero esenciales, como el amor, la fe, la alegría, la paz y la paciencia.

Las herramientas fundamentales que uso son la oración y la meditación en la Palabra. Cada día comienza con la oración, un momento que me conecta con mi Padre Celestial y me guía. A través de la oración, expreso gratitud y busco orientación divina en mis decisiones, recordando que no estoy sola en la toma de decisiones.

La oración no es solo una actividad individual, sino también una experiencia familiar. Comenzar el día con una oración nos brinda a todos una sensación de paz y confianza. La oración nos recuerda constantemente que no estamos solos en nuestros desafíos y que podemos buscar la guía y el apoyo del Todopoderoso. En nuestra familia, hemos adoptado la tradición de orar juntos, lo que nos une y fortalece. Incluso cuando estamos fuera de casa, mantenemos la costumbre de orar juntos al pasar por una señal de alto, recordándonos que la oración debe estar presente en todas las etapas de nuestras vidas.

Los valores como el amor, la fe y la paz. La oración y la meditación en la Palabra son herramientas esenciales para mantener esta fortaleza. La práctica de la oración en familia unifica y fortalece, recordándonos que no estamos solos en nuestros desafíos y que podemos buscar la guía y el apoyo de nuestro Dios en todas las etapas de nuestras vidas.

Guía práctica: En nuestra familia, hemos adoptado la tradición de orar juntos, lo que nos une y fortalece. La oración debe estar presente en todas las etapas de nuestras vidas.