7 acciones para un crecimiento integralMuestra
4. Lucha por tus sueños
Dos conceptos muy distintos son vivir y sobrevivir. A pesar de que el segundo parece un término utilizado en películas de supervivencia o en situaciones extremas como estar perdido en medio de un gran bosque a altas horas de la noche y con una fuerte tormenta, en realidad es más frecuente de lo que las personas pueden imaginar; sin embargo, el conformismo nos ciega de la realidad.
Desde mi punto de vista, un joven que estudia una carrera universitaria la cual escogió debido a la alta demanda en el mercado laboral, a los salarios onerosos de los cuales se ha enterado y al estilo de vida que reflejan en sus redes sociales los profesionales en mención; para finalmente trabajar 60 horas a la semana para una empresa que no es exactamente lo imaginado y donde las actividades diarias tienden a desvalorizar los altos ingresos económicos obtenidos, donde el despertar cada mañana se convierte en realizar actividades que no te hacen sentir vivo; para mí, eso es sobrevivir.
No me cabe la menor duda de que todos tenemos sueños y donde muchos anhelamos haber tenido la madurez de los 35 en mis 18 años, porque sabríamos que las mejores decisiones no se toman únicamente con la mente y los análisis contextuales y económicos del momento, sino que, debe considerarse seriamente los anhelos de nuestro corazón. A nivel personal, conozco múltiples ejemplos de personas que estudiaron aquello por lo que no sienten pasión, así como aquellos que nunca se animaron a luchar por sus sueños; pero para poder generar conciencia sobre la importancia de luchar por nuestros sueños, me gusta tomar el ejemplo de mi amiga Casta (un nombre muy particular, lo sé).
Ella era una joven de un pueblo costero en la zona sur de Costa Rica, uno de los lugares de menor desarrollo social del país, donde las oportunidades laborales son ausentes en contraposición con el calor abrazador de la zona. Esta joven tenía un talento innato para la pintura y las artes manuales, sin embargo, nació en un lugar donde eso ni siquiera se podría considerar como una profesión y donde los recursos eran más que limitados. Al tiempo, contrajo matrimonio y se trasladaron a la capital para que su esposo trabajase como mecánico, mientras ella se dedicó al hogar. Pasaron más de 15 años, cuando a la edad de 34 años decidió romper con los estereotipos culturales que la rodeaban y decidió dar una lucha por sus sueños. Decidió volver a estudiar, quitar todas las telarañas académicas, retomar el dibujo, la pintura y el arte, así como enfrentar el examen de admisión de la mejor universidad del país donde su único objetivo era lograr ingresar a la Facultad de Bellas Artes y luchar por sus sueños. A la edad de 39 años obtenía el título de Licenciada en Diseño y Arte, graduada con honores y donde la misma universidad le ofreció su primera gran oferta laboral debido a su talento, disciplina y pasión. Hoy en día, sigue luchando y cumpliendo sus sueños, trabaja en lo que le apasiona y gana lo mismo, o incluso más que profesionales de ingenierías, salud, entre otras profesiones valorizadas en la sociedad; demostrando así, que la mejor decisión siempre es luchar por tus sueños, sin importar lo que la sociedad o el contexto en el que vivas traten de establecer.
Dios mismo nos insta a luchar por nuestros sueños, a no permitir que la sociedad nos atrape en sus limitaciones, estereotipos, vagancia y falta de proyección. "Anda a ver a la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace, y aprende la lección: aunque no tiene quien la mande ni quien le diga lo que ha de hacer, asegura su comida en el verano, la almacena durante la cosecha. ¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado! Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado" (Proverbios 6:6-11, DHH).
La naturaleza puede enseñar sabiduría a todo el que desee aprender, como la hormiga instruye al perezoso sobre los beneficios del trabajo; las abejas con su pequeño tamaño y mediante un trabajo meticuloso desarrollan un producto que usan los reyes siendo respetada y admirada por el mundo entero.
"Voy a volar", dijo la oruga. Todos los animales rieron, excepto las mariposas.
ORACIÓN
Gracias mi Dios por los sueños que has puesto en mi corazón, ayúdame para enfrentar cualquier adversidad y dame las fuerzas para nunca rendirme.
Amén
Acerca de este Plan
Dios me compartió estas acciones en una crisis enorme por la cual estaba pasando mi familia, un desierto que duró más de dos años, pero donde logramos aprender principios que nos han permitido transcender y seguir creciendo. Es una serie de acciones integrales que serán de bendición para ti y tu familia. Todos queremos ser mejores, trascender y avanzar en la consecución de nuestras metas con Dios de nuestro lado.
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Nos gustaría agradecer a Principios q' Transforman por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/principios_q_transforman?igshid=OGQ5ZDc2ODk2ZA==