12 de febrero

Introducción

Juan 6:25–59: El día después de que Jesús alimentara milagrosamente a la gente, la multitud lo buscó. Cuando lo encontraron, Jesús explicó la diferencia entre el maná que comieron sus ancestros en el desierto y el «verdadero pan del cielo». Sin embargo, hubo personas en la multitud que cuestionaron lo que dijo, y surgieron argumentos entre ellos.

Versículo clave para hoy: Juan 6:35

Y Jesús les dijo: —Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Reflexiona

Después de que Jesús le dice a la multitud que Dios quiere que «crean en aquel que él ha enviado» (versículo 29), la gente exige un milagro. ¿Por qué? ¿Cómo se compara Jesús a sí mismo, como el «verdadero pan del cielo», con el maná que se les dio a los ancestros en el desierto (versículos 32, 33, 58)? Jesús vuelve a decir que él es «el pan que da vida» (versículo 48) y que «el que come de este pan vivirá para siempre» (versículo 58). ¿Qué significa para ti Jesús como el «pan que da vida»? ¿Cómo respondió Jesús a aquellos que desafiaron sus palabras (versículos 53-58)?

Ora

Señor Jesús, tú eres el verdadero pan de vida que ha descendido del cielo para dar vida al mundo. Tengo hambre y sed de tu palabra cada día y confío en tu promesa de que todos los que creen en ti serán resucitados en el último día. Amén.

Lectura para mañana

Juan 6:60–71: Las palabras de Jesús ofrecen vida eterna.