Construyendo relaciones amorosas saludables

De Huérfano a Hijo

Cuando El Corazón Es Quebrantado

[Sé un Caballero] Identidad

Confía en Dios, Pasos Para Fortalecer Tu Fe

Conversación | Devocional De 7 Días

Abriendo el camino al Reino de Dios

Llamados a Ser Diferentes

Ley; Básico, Intermedio y Avanzado

La Luz del Mundo

Biblia Reina Valera 1960

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkEXO">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="EXO.2">
 <div class="label">2</div><div class="s">Nacimiento de Mois&#233;s</div><div class="p"> 1Un var&#243;n de la familia de Lev&#237; fue y tom&#243; por mujer a una hija de Lev&#237;, 2la que concibi&#243;, y dio a luz un hijo; y vi&#233;ndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.#Hch. 7.20; He. 11.23. 3Pero no pudiendo ocultarle m&#225;s tiempo, tom&#243; una arquilla de juncos y la calafate&#243; con asfalto y brea, y coloc&#243; en ella al ni&#241;o y lo puso en un carrizal a la orilla del r&#237;o. 4Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecer&#237;a. 5Y la hija de Fara&#243;n descendi&#243; a lavarse al r&#237;o, y pase&#225;ndose sus doncellas por la ribera del r&#237;o, vio ella la arquilla en el carrizal, y envi&#243; una criada suya a que la tomase. 6Y cuando la abri&#243;, vio al ni&#241;o; y he aqu&#237; que el ni&#241;o lloraba. Y teniendo compasi&#243;n de &#233;l, dijo: De los ni&#241;os de los hebreos es este. 7Entonces su hermana dijo a la hija de Fara&#243;n: &#191;Ir&#233; a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te cr&#237;e este ni&#241;o? 8Y la hija de Fara&#243;n respondi&#243;: Ve. Entonces fue la doncella, y llam&#243; a la madre del ni&#241;o, 9a la cual dijo la hija de Fara&#243;n: Lleva a este ni&#241;o y cr&#237;amelo, y yo te lo pagar&#233;. Y la mujer tom&#243; al ni&#241;o y lo crio. 10Y cuando el ni&#241;o creci&#243;, ella lo trajo a la hija de Fara&#243;n, la cual lo prohij&#243;,#Hch. 7.21. y le puso por nombre Mois&#233;s,#2.10 Heb. Mosheh. diciendo: Porque de las aguas lo saqu&#233;.#2.10 Heb. mashah.</div><div class="s">Mois&#233;s huye de Egipto</div><div class="p"> 11En aquellos d&#237;as sucedi&#243; que crecido ya Mois&#233;s, sali&#243; a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas,#He. 11.24. y observ&#243; a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12Entonces mir&#243; a todas partes, y viendo que no parec&#237;a nadie, mat&#243; al egipcio y lo escondi&#243; en la arena. 13Al d&#237;a siguiente sali&#243; y vio a dos hebreos que re&#241;&#237;an; entonces dijo al que maltrataba al otro: &#191;Por qu&#233; golpeas a tu pr&#243;jimo? 14Y &#233;l respondi&#243;: &#191;Qui&#233;n te ha puesto a ti por pr&#237;ncipe y juez sobre nosotros? &#191;Piensas matarme como mataste al egipcio?#Hch. 7.23-28. Entonces Mois&#233;s tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. 15Oyendo Fara&#243;n acerca de este hecho, procur&#243; matar a Mois&#233;s; pero Mois&#233;s huy&#243; de delante de Fara&#243;n, y habit&#243; en la tierra de Madi&#225;n.#Hch. 7.29; He. 11.27. 16Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que ten&#237;a el sacerdote de Madi&#225;n vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. 17Mas los pastores vinieron y las echaron de all&#237;; entonces Mois&#233;s se levant&#243; y las defendi&#243;, y dio de beber a sus ovejas. 18Y volviendo ellas a Reuel su padre, &#233;l les dijo: &#191;Por qu&#233; hab&#233;is venido hoy tan pronto? 19Ellas respondieron: Un var&#243;n egipcio nos defendi&#243; de mano de los pastores, y tambi&#233;n nos sac&#243; el agua, y dio de beber a las ovejas. 20Y dijo a sus hijas: &#191;D&#243;nde est&#225;? &#191;Por qu&#233; hab&#233;is dejado a ese hombre? Llamadle para que coma. 21Y Mois&#233;s convino en morar con aquel var&#243;n; y &#233;l dio su hija S&#233;fora por mujer a Mois&#233;s. 22Y ella le dio a luz un hijo; y &#233;l le puso por nombre Gers&#243;n, porque dijo: Forastero#2.22 Heb. ger. soy en tierra ajena.</div><div class="p"> 23Aconteci&#243; que despu&#233;s de muchos d&#237;as muri&#243; el rey de Egipto, y los hijos de Israel gem&#237;an a causa de la servidumbre, y clamaron; y subi&#243; a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24Y oy&#243; Dios el gemido de ellos, y se acord&#243;#Gn. 15.13-14. de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25Y mir&#243; Dios a los hijos de Israel, y los reconoci&#243; Dios.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkLUK">
 <div class="chapter ch5" data-usfm="LUK.5">
 <div class="label">5</div><div class="s">La pesca milagrosa</div><div class="r">(Mt. 4.18-22; Mr. 1.16-20)</div><div class="p"> 1Aconteci&#243; que estando Jes&#250;s junto al lago de Genesaret, el gent&#237;o se agolpaba sobre &#233;l para o&#237;r la palabra de Dios. 2Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Sim&#243;n, le rog&#243; que la apartase de tierra un poco; y sent&#225;ndose, ense&#241;aba desde la barca a la multitud.#Mt. 13.1-2; Mr. 3.9-10; 4.1. 4Cuando termin&#243; de hablar, dijo a Sim&#243;n: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5Respondiendo Sim&#243;n, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado;#Jn. 21.3. mas en tu palabra echar&#233; la red. 6Y habi&#233;ndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces,#Jn. 21.6. y su red se romp&#237;a. 7Entonces hicieron se&#241;as a los compa&#241;eros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hund&#237;an. 8Viendo esto Sim&#243;n Pedro, cay&#243; de rodillas ante Jes&#250;s, diciendo: Ap&#225;rtate de m&#237;, Se&#241;or, porque soy hombre pecador. 9Porque por la pesca que hab&#237;an hecho, el temor se hab&#237;a apoderado de &#233;l, y de todos los que estaban con &#233;l, 10y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compa&#241;eros de Sim&#243;n. Pero Jes&#250;s dijo a Sim&#243;n: No temas; desde ahora ser&#225;s pescador de hombres. 11Y cuando trajeron a tierra las barcas, dej&#225;ndolo todo, le siguieron.</div><div class="s">Jes&#250;s sana a un leproso</div><div class="r">(Mt. 8.1-4; Mr. 1.40-45)</div><div class="p"> 12Sucedi&#243; que estando &#233;l en una de las ciudades, se present&#243; un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jes&#250;s, se postr&#243; con el rostro en tierra y le rog&#243;, diciendo: Se&#241;or, si quieres, puedes limpiarme. 13Entonces, extendiendo &#233;l la mano, le toc&#243;, diciendo: Quiero; s&#233; limpio. Y al instante la lepra se fue de &#233;l. 14Y &#233;l le mand&#243; que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, mu&#233;strate al sacerdote, y ofrece por tu purificaci&#243;n, seg&#250;n mand&#243; Mois&#233;s,#Lv. 14.1-32. para testimonio a ellos. 15Pero su fama se extend&#237;a m&#225;s y m&#225;s; y se reun&#237;a mucha gente para o&#237;rle, y para que les sanase de sus enfermedades. 16Mas &#233;l se apartaba a lugares desiertos, y oraba.</div><div class="s">Jes&#250;s sana a un paral&#237;tico</div><div class="r">(Mt. 9.1-8; Mr. 2.1-12)</div><div class="p"> 17Aconteci&#243; un d&#237;a, que &#233;l estaba ense&#241;ando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales hab&#237;an venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusal&#233;n; y el poder del Se&#241;or estaba con &#233;l para sanar. 18Y sucedi&#243; que unos hombres que tra&#237;an en un lecho a un hombre que estaba paral&#237;tico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de &#233;l. 19Pero no hallando c&#243;mo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poni&#233;ndole en medio, delante de Jes&#250;s. 20Al ver &#233;l la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. 21Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: &#191;Qui&#233;n es este que habla blasfemias? &#191;Qui&#233;n puede perdonar pecados sino solo Dios? 22Jes&#250;s entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: &#191;Qu&#233; cavil&#225;is en vuestros corazones? 23&#191;Qu&#233; es m&#225;s f&#225;cil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Lev&#225;ntate y anda? 24Pues para que sep&#225;is que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paral&#237;tico): A ti te digo: Lev&#225;ntate, toma tu lecho, y vete a tu casa. 25Al instante, levant&#225;ndose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios. 26Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, dec&#237;an: Hoy hemos visto maravillas.</div><div class="s">Llamamiento de Lev&#237;</div><div class="r">(Mt. 9.9-13; Mr. 2.13-17)</div><div class="p"> 27Despu&#233;s de estas cosas sali&#243;, y vio a un publicano llamado Lev&#237;, sentado al banco de los tributos p&#250;blicos, y le dijo: S&#237;gueme. 28Y dej&#225;ndolo todo, se levant&#243; y le sigui&#243;.</div><div class="p"> 29Y Lev&#237; le hizo gran banquete en su casa; y hab&#237;a mucha compa&#241;&#237;a de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. 30Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los disc&#237;pulos, diciendo: &#191;Por qu&#233; com&#233;is y beb&#233;is con publicanos y pecadores?#Lc. 15.1-2. 31Respondiendo Jes&#250;s, les dijo: Los que est&#225;n sanos no tienen necesidad de m&#233;dico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.</div><div class="s">La pregunta sobre el ayuno</div><div class="r">(Mt. 9.14-17; Mr. 2.18-22)</div><div class="p"> 33Entonces ellos le dijeron: &#191;Por qu&#233; los disc&#237;pulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben? 34&#201;l les dijo: &#191;Pod&#233;is acaso hacer que los que est&#225;n de bodas ayunen, entre tanto que el esposo est&#225; con ellos? 35Mas vendr&#225;n d&#237;as cuando el esposo les ser&#225; quitado; entonces, en aquellos d&#237;as ayunar&#225;n. 36Les dijo tambi&#233;n una par&#225;bola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de &#233;l no armoniza con el viejo. 37Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romper&#225; los odres y se derramar&#225;, y los odres se perder&#225;n. 38Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conservan. 39Y ninguno que beba del a&#241;ejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El a&#241;ejo es mejor.</div>
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 <div class="book bkJOB">
 <div class="chapter ch19" data-usfm="JOB.19">
 <div class="label">19</div><div class="s">Job conf&#237;a en que Dios lo justificar&#225;</div><div class="p"> 1Respondi&#243; entonces Job, y dijo:</div><div class="b"></div><div class="q"> 2&#191;Hasta cu&#225;ndo angustiar&#233;is mi alma,</div><div class="q">Y me moler&#233;is con palabras?</div><div class="q"> 3Ya me hab&#233;is vituperado diez veces;</div><div class="q">&#191;No os avergonz&#225;is de injuriarme?</div><div class="q"> 4Aun siendo verdad que yo haya errado,</div><div class="q">Sobre m&#237; recaer&#237;a mi error.</div><div class="q"> 5Pero si vosotros os engrandec&#233;is contra m&#237;,</div><div class="q">Y contra m&#237; aleg&#225;is mi oprobio,</div><div class="q"> 6Sabed ahora que Dios me ha derribado,</div><div class="q">Y me ha envuelto en su red.</div><div class="q"> 7He aqu&#237;, yo clamar&#233; agravio, y no ser&#233; o&#237;do;</div><div class="q">Dar&#233; voces, y no habr&#225; juicio.</div><div class="q"> 8Cerc&#243; de vallado mi camino, y no pasar&#233;;</div><div class="q">Y sobre mis veredas puso tinieblas.</div><div class="q"> 9Me ha despojado de mi gloria,</div><div class="q">Y quitado la corona de mi cabeza.</div><div class="q"> 10Me arruin&#243; por todos lados, y perezco;</div><div class="q">Y ha hecho pasar mi esperanza como &#225;rbol arrancado.</div><div class="q"> 11Hizo arder contra m&#237; su furor,</div><div class="q">Y me cont&#243; para s&#237; entre sus enemigos.</div><div class="q"> 12Vinieron sus ej&#233;rcitos a una, y se atrincheraron en m&#237;,</div><div class="q">Y acamparon en derredor de mi tienda.</div><div class="b"></div><div class="q"> 13Hizo alejar de m&#237; a mis hermanos,</div><div class="q">Y mis conocidos como extra&#241;os se apartaron de m&#237;.</div><div class="q"> 14Mis parientes se detuvieron,</div><div class="q">Y mis conocidos se olvidaron de m&#237;.</div><div class="q"> 15Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extra&#241;o;</div><div class="q">Forastero fui yo a sus ojos.</div><div class="q"> 16Llam&#233; a mi siervo, y no respondi&#243;;</div><div class="q">De mi propia boca le suplicaba.</div><div class="q"> 17Mi aliento vino a ser extra&#241;o a mi mujer,</div><div class="q">Aunque por los hijos de mis entra&#241;as le rogaba.</div><div class="q"> 18Aun los muchachos me menospreciaron;</div><div class="q">Al levantarme, hablaban contra m&#237;.</div><div class="q"> 19Todos mis &#237;ntimos amigos me aborrecieron,</div><div class="q">Y los que yo amaba se volvieron contra m&#237;.</div><div class="q"> 20Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos,</div><div class="q">Y he escapado con solo la piel de mis dientes.</div><div class="q"> 21&#161;Oh, vosotros mis amigos, tened compasi&#243;n de m&#237;, tened compasi&#243;n de m&#237;!</div><div class="q">Porque la mano de Dios me ha tocado.</div><div class="q"> 22&#191;Por qu&#233; me persegu&#237;s como Dios,</div><div class="q">Y ni aun de mi carne os saci&#225;is?</div><div class="b"></div><div class="q"> 23&#161;Qui&#233;n diese ahora que mis palabras fuesen escritas!</div><div class="q">&#161;Qui&#233;n diese que se escribiesen en un libro;</div><div class="q"> 24Que con cincel de hierro y con plomo</div><div class="q">Fuesen esculpidas en piedra para siempre!</div><div class="q"> 25Yo s&#233; que mi Redentor vive,</div><div class="q">Y al fin se levantar&#225; sobre el polvo;</div><div class="q"> 26Y despu&#233;s de deshecha esta mi piel,</div><div class="q">En mi carne he de ver a Dios;</div><div class="q"> 27Al cual ver&#233; por m&#237; mismo,</div><div class="q">Y mis ojos lo ver&#225;n, y no otro,</div><div class="q">Aunque mi coraz&#243;n desfallece dentro de m&#237;.</div><div class="q"> 28Mas debierais decir: &#191;Por qu&#233; le perseguimos?</div><div class="q">Ya que la ra&#237;z del asunto se halla en m&#237;.</div><div class="q"> 29Temed vosotros delante de la espada;</div><div class="q">Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias,</div><div class="q">Para que sep&#225;is que hay un juicio.</div>
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 <div class="book bk1CO">
 <div class="chapter ch6" data-usfm="1CO.6">
 <div class="label">6</div><div class="s">Litigios delante de los incr&#233;dulos</div><div class="p"> 1&#191;Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2&#191;O no sab&#233;is que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, &#191;sois indignos de juzgar cosas muy peque&#241;as? 3&#191;O no sab&#233;is que hemos de juzgar a los &#225;ngeles? &#191;Cu&#225;nto m&#225;s las cosas de esta vida? 4Si, pues, ten&#233;is juicios sobre cosas de esta vida, &#191;pon&#233;is para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? 5Para avergonzaros lo digo. &#191;Pues qu&#233;, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, 6sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incr&#233;dulos?</div><div class="p"> 7As&#237; que, por cierto es ya una falta en vosotros que teng&#225;is pleitos entre vosotros mismos. &#191;Por qu&#233; no sufr&#237;s m&#225;s bien el agravio? &#191;Por qu&#233; no sufr&#237;s m&#225;s bien el ser defraudados? 8Pero vosotros comet&#233;is el agravio, y defraud&#225;is, y esto a los hermanos.</div><div class="p"> 9&#191;No sab&#233;is que los injustos no heredar&#225;n el reino de Dios? No err&#233;is; ni los fornicarios, ni los id&#243;latras, ni los ad&#250;lteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredar&#225;n el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya hab&#233;is sido lavados, ya hab&#233;is sido santificados, ya hab&#233;is sido justificados en el nombre del Se&#241;or Jes&#250;s, y por el Esp&#237;ritu de nuestro Dios.</div><div class="s">Glorificad a Dios en vuestro cuerpo</div><div class="p"> 12Todas las cosas me son l&#237;citas, mas no todas convienen;#1 Co. 10.23. todas las cosas me son l&#237;citas, mas yo no me dejar&#233; dominar de ninguna. 13Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruir&#225; Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicaci&#243;n, sino para el Se&#241;or, y el Se&#241;or para el cuerpo. 14Y Dios, que levant&#243; al Se&#241;or, tambi&#233;n a nosotros nos levantar&#225; con su poder. 15&#191;No sab&#233;is que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? &#191;Quitar&#233;, pues, los miembros de Cristo y los har&#233; miembros de una ramera? De ning&#250;n modo. 16&#191;O no sab&#233;is que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos ser&#225;n una sola carne.#Gn. 2.24. 17Pero el que se une al Se&#241;or, un esp&#237;ritu es con &#233;l. 18Huid de la fornicaci&#243;n. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, est&#225; fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19&#191;O ignor&#225;is que vuestro cuerpo es templo del Esp&#237;ritu Santo, el cual est&#225; en vosotros,#1 Co. 3.16; 2 Co. 6.16. el cual ten&#233;is de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque hab&#233;is sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro esp&#237;ritu, los cuales son de Dios.</div>
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