40 Días de AdoraciónMuestra

¡Felicidades! Has alcanzado el hito de dos semanas en tu Experiencia de Adoración de 40 Días, y estás dando grandes pasos en cultivar el hábito de dedicar los primeros quince minutos de cada día al Señor. Estás entregando tu voluntad a la suya y recibiendo su amor y paz.

Estamos reflexionando sobre la sencilla oración “Jesús, dame tu paz”. Isaías 26:3–4 nos ofrece una sabiduría profunda:

“¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos! Confíen siempre en el Señor, porque el Señor Dios es la Roca eterna”.

Observa la frase “ los que concentran en ti sus pensamientos”. ¿Alguna vez has pausado para notar si tus pensamientos están enfocados en Dios cuando te despiertas por primera vez? Después de todo, tus pensamientos tienen un increíble impacto en tu vida porque dirigen tus deseos, motivaciones, acciones y reacciones.

Posees el libre albedrío para elegir en qué piensas. “Concentrar” tus pensamientos significa enfocarte en, apoyarte en, descansar en y dirigirte hacia el Señor. Esta es una elección que puedes hacer cada día. Nadie más puede hacerla por ti, y nadie puede quitarte la capacidad de elegir.

¿Qué deberías hacer si te despiertas con pensamientos llenos de preocupación, ansiedad o asuntos mundanos? ¿Y si comienzas el día sintiéndote abatido o desanimado? En esos momentos, Dios te invita a transformar tu pensamiento. Si estás dispuesto, Él te ayudará a apartarte de pensamientos tóxicos que pueden llevarte por caminos destructivos.

Concentrar tus pensamientos en Dios y recibir su “paz perfecta” no es complicado. Puedes comenzar con un simple y sincero “Buenos días, Jesús”. Este acto de reconocimiento orienta tus pensamientos lejos de los problemas o listas de tareas que inicialmente podrían haber ocupado tu mente. Recuerda, Dios espera con ansias tu despertar, listo para relacionarse contigo. Puedes orientar tus primeros pensamientos hacia Él en el momento en que abres los ojos, incluso antes de levantarte de la cama. Esta práctica alinea instantáneamente tus pensamientos con tu relación con Jesús, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6).

Intenta esto ahora mismo. Mientras escuchas música de adoración, enfoca tus pensamientos en Dios. Piensa en su bondad, amor y presencia. Permite que el caos y el ruido de la ansiedad se desvanezcan en segundo plano. Deja que la presión y el estrés del día que tienes por delante tomen un segundo plano mientras enfocas tu mente en Dios. Ora, “Jesús, dame tu paz mientras fijo mis pensamientos y dirijo mis ojos hacia ti".

Preguntas para Reflexionar

1. Cuando te despiertas por la mañana, ¿en qué sueles pensar? ¿Cómo podría desarrollarse tu día de manera diferente si comienza con un intencional “Buenos días, Jesús”?
2. ¿Qué significa para ti la “perfecta paz” de Dios? ¿Cómo se sentiría eso? ¿Puedes tener fe para experimentar esta paz de manera continua?
3. ¿Qué significa fijar tus pensamientos en Dios? ¿Cómo podrías hacer esto a lo largo del día?