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Colaborar, caminar con Dios

Si Dios tiene un plan para nosotros, un plan bueno, un plan de felicidad, debemos colaborar con Él para hacerlo realidad.

Cuanto más trabajes con Él, más descubrirás su plan.

No desprecies los pequeños comienzos. El camino que te queda por recorrer es largo. Los primeros pasos son los más difíciles.

Andar en valle de sombra de muerte se hace dando un paso a la vez. Decídete a esforzarte por caminar según las instrucciones de Dios, paso a paso, hasta el final.

Si fraccionas este proceso en pequeños avances, celebrarás muchas victorias antes de cruzar la línea de llegada.

Sólo mira atrás para celebrar lo lejos que has llegado.

Te invito a escribir todo lo que Dios ha hecho por ti para alimentar tu fe y estimular tu gratitud.

Cuanto más progreses, más valor tendrás.

Necesitas a los demás.

Pide una opinión externa sobre tu situación para tener otra perspectiva y ver tus puntos ciegos.

Encuentra cristianos a tu alrededor que puedan animarte. Evita a los que te desaniman.

Aliméntate de las promesas de Dios y de lo que susurra en tu mente.

Dios es el Dios de los milagros, pero en toda la Biblia, cuando hay milagros, Dios colabora con los humanos.

Es importante que escuches al Espíritu Santo, porque la forma en la que Dios ha planeado sacarte de esta situación no es necesariamente concebible con tu razón.

Por ejemplo, una viuda tenía deudas hasta el punto de que sus hijos iban a ser vendidos como esclavos. El plan de Dios era que ella reuniera las vasijas de todo su vecindario, y el Señor entonces multiplicó la pequeña jarra de aceite que había dejado en casa (2 Reyes 4:1-7).

Aunque la oración es crucial, la oración no lo es todo. Tienes que ponerte en marcha.

Por ejemplo, desarrollar nuevas amistades, leer un libro sobre el tema de tu experiencia, aprender a poner límites con las relaciones tóxicas, aprender a comunicarse, consultar a un profesional, volver a estudiar.

Considera otras opciones en vez de esperar pasivamente la intervención de Dios. Por ejemplo: buscar otro trabajo, mudarse, relacionarse con gente nueva para conocer nuevos amigos.

Recuerda que Dios es el Dios de la multiplicación. Él multiplicará tus esfuerzos y acelerará tu camino.

Querido(a) amigo(a), es hora de levantar la cabeza, de tomar la mano de Dios y empezar a caminar de nuevo.

Te invito a descubrir cómo escuchar la voz de Dios y vivir lo sobrenatural de Dios en tu vida diaria leyendo mi libro 21 días escuchando a Dios. Puedes descargar los primeros 5 días aquí.

David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios