Toda Potestad Me Es DadaMuestra
Capacidad, firmeza y habilidad
Dios nos dio un cerebro, somos seres pensantes, pero muchas veces nuestra racionalidad no nos deja creer, nos quita la fe hacia los milagros que Jesús puede hacer a través de nosotros. Podemos someter nuestra intelectualidad al poder del Espíritu Santo.
Lo más importante es presentarnos ante Él con una actitud de humildad entendiendo que aunque nos cuesta creer, confiamos en lo que Él puede hacer y pidiéndole que nos ayude en nuestra incredulidad.
“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad” (Marcos 9:23-24).
El escribano es el que certifica el poder, aquel que pone los sellos. De la misma manera el Espíritu Santo certifica, es el que sella todo aquello que Dios nos invita a creer, desde la salvación.
“En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios 1:13).
El documento escrito es la Palabra de Dios, palabra divina, no por hombres,divinamente inspirada, que atravesó las eras, las costumbres, culturas, fue escrita en tres continentes diferentes a lo largo de mil seiscientos años, por más de cuarenta autores.
Y quién firmó la Escritura fue Jesús y pagó con su sangre.
“…Porque Dios los compró a un alto precio…”.
Acerca de este Plan
Es fácil creer que tenemos un poder, potestad o pertenencia cuando vemos un papel escrito con firmas que certifican que esto nos pertenece. Pero qué sucede cuando Dios nos ha entregado tantas cosas en las manos y aun cuando está escrito en su Palabra no creemos.
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Nos gustaría agradecer a Llegar Alto por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://llegaralto.com/