Amando Mi Hoy, Amando Mi Realidad.Muestra

Amando mi realidad, amando mi hoy.
Luego de ungirle como el próximo rey, su corazón se ensanchó y una sonrisa quedó intacta en su rostro.
Miraba a su padre y pensaba dentro de sí, ¿y qué se supone que debo hacer ahora? (1a. Samuel 16:13)
Ya Dios le había dado una promesa, una verdad y una profecía que se estaba desarrollando en su vida.

David ahora era un rey que aún no ocupaba su trono porque el tiempo de su coronación lo decidía Dios.
Al siguiente día, se levantó muy temprano, pensó dentro de sí: "bueno, voy a tener un banquete real o tal vez papá deje de mandarme hacer oficios", pero no fue así. (1a. Samuel 17:17-18)
Tuvo que seguir cuidando ovejas y seguir haciendo mandados.
David podía verse en el futuro con una corona y dirigiendo una gran nación, pero tenía un tiempo presente que Dios le regalaba para que fuera feliz también.

El salmo 23 nos dice que puede ver al señor como su pastor y puede verse a sí mismo como oveja, porque él un día fue un pastor y cuidó ovejas; ese trabajo fue tan importante para él, que uno de los salmos más conocidos se trata de algo que él vivió por mucho tiempo.
No es solo visualizar el futuro, es disfrutar donde estás hoy; también se trata de que entiendas de que todo te está preparando para ese día, pero, ¿vivirás solo para vivir ese día? ¿Por qué no cambias esa idea? ¡Vive el día de hoy y cuando llegue mañana, entonces vives ese día!
Tu presente también es importante, también tiene valor, también tiene coronas de momentos escondidas, hoy también Dios te lo regaló.