22 de enero

Introducción

Marcos 10:35–52: Santiago y Juan, dos de los discípulos de Jesús, piden sentarse uno a cada lado de Jesús en el cielo. Cuando los otros discípulos se molestan por su petición, Jesús les recuerda que, para ser grande, uno debe ser un siervo (versículos 43, 44; cf. Marcos 9:35). Jesús sana a un hombre ciego llamado Bartimeo, quien inmediatamente comienza a seguir a Jesús.

Versículo clave para hoy: Marcos 10:45

[Jesús dijo]: “Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.”

Reflexiona

¿Cuál fue la respuesta de Jesús a la petición de Santiago y Juan (versículos 38–40)? ¿Por qué crees que los otros discípulos se enojaron con Santiago y Juan? ¿Cómo te habrías sentido en esa situación? ¿Qué razón da Jesús para su afirmación de que quien desee ser grande debe ser un siervo (versículo 43)? Según el versículo 52, ¿qué provocó la sanidad de Bartimeo? (Véase también Marcos 9:23 de la lectura del 19 de enero. Sería bueno que reflexiones nuevamente sobre el papel de la fe).

Ora

Oh Dios, mantenme humilde cuando el orgullo y la ambición amenacen con desviarme. Que la paz prevalezca cuando discuto por cosas tontas o vanas. Bendice a aquellos que ya demuestran un corazón de siervo, y crea en mí una mayor disposición para servir a los demás. Amén.

Lectura para mañana

Hechos 8:4–25: Las buenas noticias son predicadas en Samaria.