Ama a tu ProximusMuestra

“amar a tu prójimo como a ti mismo”.

Se requiere humildad para poder amar a nuestro prójimo. Existen personas que se aman demasiado al punto de perder el sentido de la realidad. Cuando el amor a nosotros mismos se traduce en soberbia difícilmente podremos expresar un amor saludable a los demás.

Pablo menciona en su carta a los romanos capítulo 12 versículo 3 en la versión NTV “… ninguno se crea mejor de lo que realmente es…”. Debemos de considerarnos de acuerdo a un punto de vista real, considerar nuestros defectos y virtudes. Evitar caer en algún extremo, sea en lo negativo o lo positivo. Y la forma en que nos evaluamos es en la medida de la fe que Dios nos ha dado.

Si tenemos dudas respecto a la manera de ser humilde, debemos pensar en Jesús, el nos modeló la humildad. Aún siendo Dios se hizo hombre como nosotros y vivió entre nosotros, todo por amor.

Hay personas que su soberbia u orgullo les impiden el poder amar a su prójimo. Pueden llegar a amarse tanto que no son capaces de ver más allá de ellos mismos.

Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos no implica el idolatrarnos. Más bien implica el extender gracia y misericordia a alguien más como si se tratara de mi.

Se trata de amar como si se tratara de mi.