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Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="book bkGAL">
 <div class="chapter ch3" data-usfm="GAL.3">
 <div class="label">3</div><div class="s">El Esp&#237;ritu se recibe por la fe</div><div class="p"> 1&#161;Oh g&#225;latas insensatos! &#191;qui&#233;n os fascin&#243; para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? 2Esto solo quiero saber de vosotros: &#191;Recibisteis el Esp&#237;ritu por las obras de la ley, o por el o&#237;r con fe? 3&#191;Tan necios sois? &#191;Habiendo comenzado por el Esp&#237;ritu, ahora vais a acabar por la carne? 4&#191;Tantas cosas hab&#233;is padecido en vano? si es que realmente fue en vano. 5Aquel, pues, que os suministra el Esp&#237;ritu, y hace maravillas entre vosotros, &#191;lo hace por las obras de la ley, o por el o&#237;r con fe?</div><div class="s">El pacto de Dios con Abraham</div><div class="p"> 6As&#237; Abraham crey&#243; a Dios, y le fue contado por justicia.#Gn. 15.6; Ro. 4.3. 7Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham.#Ro. 4.16. 8Y la Escritura, previendo que Dios hab&#237;a de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti ser&#225;n benditas todas las naciones.#Gn. 12.3. 9De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.</div><div class="p"> 10Porque todos los que dependen de las obras de la ley est&#225;n bajo maldici&#243;n, pues escrito est&#225;: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.#Dt. 27.26. 11Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivir&#225;;#Hab. 2.4. 12y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivir&#225; por ellas.#Lv. 18.5. 13Cristo nos redimi&#243; de la maldici&#243;n de la ley, hecho por nosotros maldici&#243;n (porque est&#225; escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero#Dt. 21.23.), 14para que en Cristo Jes&#250;s la bendici&#243;n de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibi&#233;semos la promesa del Esp&#237;ritu.</div><div class="p"> 15Hermanos, hablo en t&#233;rminos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le a&#241;ade. 16Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente,#Gn. 12.7. la cual es Cristo. 17Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta a&#241;os despu&#233;s,#Ex. 12.40. no lo abroga, para invalidar la promesa. 18Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa;#Ro. 4.14. pero Dios la concedi&#243; a Abraham mediante la promesa.</div><div class="s">El prop&#243;sito de la ley</div><div class="p"> 19Entonces, &#191;para qu&#233; sirve la ley? Fue a&#241;adida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de &#225;ngeles en mano de un mediador. 20Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.</div><div class="p"> 21&#191;Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley. 22Mas la Escritura lo encerr&#243; todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.</div><div class="p"> 23Pero antes que viniese la fe, est&#225;bamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fu&#233;semos justificados por la fe. 25Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jes&#250;s; 27porque todos los que hab&#233;is sido bautizados en Cristo, de Cristo est&#225;is revestidos. 28Ya no hay jud&#237;o ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay var&#243;n ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jes&#250;s. 29Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos seg&#250;n la promesa.#Ro. 4.13.</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bk2SA">
 <div class="chapter ch21" data-usfm="2SA.21">
 <div class="label">21</div><div class="s">Venganza de los gabaonitas</div><div class="p"> 1Hubo hambre en los d&#237;as de David por tres a&#241;os consecutivos. Y David consult&#243; a Jehov&#225;, y Jehov&#225; le dijo: Es por causa de Sa&#250;l, y por aquella casa de sangre, por cuanto mat&#243; a los gabaonitas. 2Entonces el rey llam&#243; a los gabaonitas, y les habl&#243;. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel hab&#237;an hecho juramento;#Jos. 9.3-15. pero Sa&#250;l hab&#237;a procurado matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Jud&#225;.) 3Dijo, pues, David a los gabaonitas: &#191;Qu&#233; har&#233; por vosotros, o qu&#233; satisfacci&#243;n os dar&#233;, para que bendig&#225;is la heredad de Jehov&#225;? 4Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Sa&#250;l y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y &#233;l les dijo: Lo que vosotros dijereis, har&#233;. 5Ellos respondieron al rey: De aquel hombre que nos destruy&#243;, y que maquin&#243; contra nosotros para exterminarnos sin dejar nada de nosotros en todo el territorio de Israel, 6d&#233;nsenos siete varones de sus hijos, para que los ahorquemos delante de Jehov&#225; en Gabaa de Sa&#250;l, el escogido de Jehov&#225;. Y el rey dijo: Yo los dar&#233;.</div><div class="p"> 7Y perdon&#243; el rey a Mefi-boset hijo de Jonat&#225;n, hijo de Sa&#250;l, por el juramento de Jehov&#225; que hubo entre ellos, entre David y Jonat&#225;n hijo de Sa&#250;l.#1 S. 20.15-17; 2 S. 9.1-7. 8Pero tom&#243; el rey a dos hijos de Rizpa hija de Aja, los cuales ella hab&#237;a tenido de Sa&#250;l, Armoni y Mefi-boset, y a cinco hijos de Mical#1 S. 18.19. hija de Sa&#250;l, los cuales ella hab&#237;a tenido de Adriel hijo de Barzilai meholatita, 9y los entreg&#243; en manos de los gabaonitas, y ellos los ahorcaron en el monte delante de Jehov&#225;; y as&#237; murieron juntos aquellos siete, los cuales fueron muertos en los primeros d&#237;as de la siega, al comenzar la siega de la cebada.</div><div class="p"> 10Entonces Rizpa hija de Aja tom&#243; una tela de cilicio y la tendi&#243; para s&#237; sobre el pe&#241;asco, desde el principio de la siega hasta que llovi&#243; sobre ellos agua del cielo; y no dej&#243; que ninguna ave del cielo se posase sobre ellos de d&#237;a, ni fieras del campo de noche. 11Y fue dicho a David lo que hac&#237;a Rizpa hija de Aja, concubina de Sa&#250;l. 12Entonces David fue y tom&#243; los huesos de Sa&#250;l y los huesos de Jonat&#225;n su hijo, de los hombres de Jabes de Galaad, que los hab&#237;an hurtado de la plaza de Bet-s&#225;n, donde los hab&#237;an colgado los filisteos, cuando los filisteos mataron a Sa&#250;l en Gilboa;#1 S. 31.8-13. 13e hizo llevar de all&#237; los huesos de Sa&#250;l y los huesos de Jonat&#225;n su hijo; y recogieron tambi&#233;n los huesos de los ahorcados. 14Y sepultaron los huesos de Sa&#250;l y los de su hijo Jonat&#225;n en tierra de Benjam&#237;n, en Zela, en el sepulcro de Cis su padre; e hicieron todo lo que el rey hab&#237;a mandado. Y Dios fue propicio a la tierra despu&#233;s de esto.</div><div class="s">Abisai libra a David del gigante</div><div class="p"> 15Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendi&#243; David y sus siervos con &#233;l, y pelearon con los filisteos; y David se cans&#243;. 16E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ce&#241;ido con una espada nueva, trat&#243; de matar a David; 17mas Abisai hijo de Sarvia lleg&#243; en su ayuda, e hiri&#243; al filisteo y lo mat&#243;. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca m&#225;s de aqu&#237; en adelante saldr&#225;s con nosotros a la batalla, no sea que apagues la l&#225;mpara de Israel.</div><div class="s">Los hombres de David matan a los gigantes</div><div class="r">(1 Cr. 20.4-8)</div><div class="p"> 18Otra segunda guerra hubo despu&#233;s en Gob contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mat&#243; a Saf, quien era uno de los descendientes de los gigantes. 19Hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos, en la cual Elhan&#225;n, hijo de Jaare-oregim de Bel&#233;n, mat&#243; a Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar. 20Despu&#233;s hubo otra guerra en Gat, donde hab&#237;a un hombre de gran estatura, el cual ten&#237;a doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y tambi&#233;n era descendiente de los gigantes. 21Este desafi&#243; a Israel, y lo mat&#243; Jonat&#225;n, hijo de Simea hermano de David. 22Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos.</div>
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