Metafísica Del SerMuestra

CON LOS LENTES CORRECTOS

Definir el ser humano erróneamente como bidimensional es como ir a un cine 3D pero sin los lentes. Recuerdo cuando por primera vez entré a un cine así, en Disneyworld. Fue antes que existieran las películas 3D en los cines, al entrar me pasaron los lentes y la película que duraba unos 10 minutos, se podían ver unos ratones que estaban jugando, divirtiéndose, celebrando. De pronto los ratones miraban al público, eran cientos y “se abalanzaban” sobre sobre nosotros, toda la gente que reaccionó colocando los pies sobre el asiento gritando, era algo tan real con esos lentes 3D que llegaba a asustar, pero si uno se sacaba esos lentes los ratones seguían en la pantalla pero no se percibía el mismo efecto, porque estábamos viendo la película en otra dimensión, la dimensión 3D que solamente podíamos ver si teníamos los lentes correctos puestos. Entonces eso sucede con la realidad, si nosotros no tenemos los lentes del Espíritu hay una dimensión o una perspectiva que la perdemos.

Si una mesa que está diseñada para tener 3 patas y le quitamos una, ¿qué es lo que sucede? La mesa se cae. Ahora vamos a suponer que las dos patas que le quedan a la mesa son de oro con diamantes pero todavía tiene dos patas, siendo que fue diseñada para tener tres, ¿qué pasa con la mesa? De todas maneras se cae porque está diseñada para tener tres puntos de apoyo, tres patas. Puede ser que una persona tenga dos elementos de oro con diamantes por ejemplo tener una mente como la de Stephen Hawking y Albert Einstein juntos y un cuerpo como el de Atlas pero todavía el ser humano no está completo porque le falta esa tercera dimensión que es el área del espíritu.

Y la Biblia nos habla de que parte de nuestra identidad es que fuimos creados para vivir en el espíritu:
"Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Romanos 8:9).

Y esto es muy importante, porque cuando hablamos de cualquiera de las actividades del ser humano como por ejemplo, la política, esto también tiene una dimensión espiritual que hoy es ignorada. Si hablamos de educación también tiene una dimensión espiritual ignorada, lo mismo con el arte o con las comunicaciones, con la salud o con cualquier otra área de la sociedad. Esta dimensión ha sido eliminada y por lo tanto, tendremos que volver a considerarla, a incorporarla para que nuestra percepción y el desarrollo de esas actividades sea completa en base a los tres elementos que componen al ser humano: espíritu, alma y cuerpo.

Reflexión del día

- ¿He invertido tiempo en alimentar mi espíritu?
- ¿Hay alguna situación díficil en mi vida que necesite verla desde una dimensión espiritual?
- ¿Logro ver la dimensión espiritual de los lugares y las personas que Dios me ha confiado?